Un estudio, realizado en Alemania por Frontiers of Psychiatry, se centró en explorar los efectos de jugar videojuegos en personas con trastorno depresivo mayor. La investigación duró seis semanas y se diseñó como una intervención con videojuegos para evaluar cómo estos podrían influir en varios aspectos de la depresión. Los aspectos específicos que se estudiaron incluyeron el estado de ánimo depresivo, la motivación para el entrenamiento y las funciones de memoria visoespacial.
Los participantes del estudio se dividieron en grupos, donde un grupo jugó Super Mario Odyssey. Este grupo se comparó con otros que recibieron diferentes tipos de intervenciones: uno que utilizó un programa informático de entrenamiento cognitivo conocido como "CogPack" y otro que se sometió a tratamientos estándar para la depresión.
¿Cuáles fueron los resultados?
Los resultados del estudio fueron bastante interesantes. Se encontró que aquellos que jugaron "Super Mario Odyssey" experimentaron una reducción significativamente mayor en los síntomas de depresión en comparación con los grupos que utilizaron el programa "CogPack" o que recibieron tratamientos estándar. Además, quienes jugaron Super Mario Odyssey mostraron niveles más altos de motivación para el entrenamiento, lo que sugiere que el juego no solo ayudó a aliviar algunos de los síntomas de la depresión, sino que también fomentó un mayor compromiso y entusiasmo por las actividades.
Lo más notable fue que los participantes con niveles más altos de síntomas depresivos al inicio del estudio fueron los que más se beneficiaron de jugar Super Mario Odyssey. En estos casos, los niveles de depresión disminuyeron casi a la mitad en comparación con los otros grupos. Este hallazgo es particularmente significativo, ya que sugiere que los videojuegos, en este caso Super Mario Odyssey, podrían ser una herramienta valiosa en el manejo de la depresión, especialmente para aquellos con síntomas más severos.
Este estudio arroja luz sobre la posible utilidad de los videojuegos como una forma de intervención en el tratamiento de la depresión y sugiere que la intersección entre los videojuegos y la salud mental es un campo que merece más investigación y atención.
