Unos documentos judiciales han revelado que Microsoft no espera que la próxima generación de consolas comience antes del 2028.
El "periodo de inicio previsto" de las sucesoras de la PS5 y la Xbox Serie X es 2028, según los documentos judiciales revelados en la batalla legal en curso contra la FTC. Esto significa que la PS6 y la nueva generación de consolas Xbox debutarán ocho años después del lanzamiento de las consolas actuales (según IGN).
Una PS6 y una Xbox de nueva generación propuestas para el 2028 coinciden con las dos generaciones de consolas anteriores. Esto se debe a que transcurrieron siete años entre el lanzamiento de la Xbox One y la PS4 (2013) y la Xbox Serie X y la PS5 (2020). Es coherente con el salto entre la Xbox 360 y la PS3 (2005 / 2006) y las máquinas de la generación anterior que ahora tienen una década.
Esta información se reveló durante la batalla legal que Microsoft está librando para intentar adquirir Activision Blizzard por 68.700 millones de dólares. El acuerdo fue bloqueado en el Reino Unido por la CMA (Autoridad de Competencia y Mercado) en abril y la apelación comenzó en julio. En los EE. UU., la FTC (Comisión Federal de Comercio) bloqueó temporalmente la adquisición el 14 de junio, con la medida cautelar en curso. El procedimiento administrativo comenzará el 2 de agosto (según Reuters).
Según informa Eurogamer, Sony ha declarado que no revelará los detalles de la PS6 con Activision en caso de que la adquisición se lleve a cabo y su rival sea el propietario de la editora. Jim Ryan, presidente y consejero delegado de Sony Interactive Entertainment, declaró a la FTC que: "simplemente no podía correr el riesgo de que una empresa propiedad de un competidor directo tuviera acceso a esa información".
Por el momento, no hay planes confirmados de actualizaciones de consolas de mitad de generación, como la PS5 Pro o los sistemas Xbox Series mejorados. Esto es coherente con los comentarios realizados recientemente por Phil Spencer, director ejecutivo de Xbox Game Studios, a principios de mes, en los que afirmaba que no había "ningún imperativo" para las actualizaciones en este momento.
