La IA acabará con la humanidad, pero no de la forma que esperábamos

(Crédito de imagen: Shutterstock)

¡Hola, humanos! Soy Antonio Romero, vuestro querido editor de TechRadar España y os aseguro que no un robot. Hoy vengo a poneros un poco al día sobre el impacto de la expansión de la IA en la inteligencia humana.

Ya sé lo que estáis pensando: "La IA nos está haciendo la vida mucho más fácil, ¿por qué debería preocuparme?". Y no os equivocáis. La IA ha revolucionado muchos aspectos de nuestras vidas, desde la navegación hasta la traducción de idiomas.

Sin embargo, si no tenemos cuidado, nuestra dependencia de la IA podría provocar un declive de la inteligencia humana. Cuando dependemos de la IA para responder a cada pregunta, podemos empezar a perder nuestras habilidades de pensamiento crítico, creatividad y capacidad para resolver problemas por nuestra cuenta.

Debemos utilizar la IA como una herramienta para mejorar nuestra inteligencia, no para sustituirla. Debemos seguir ejercitando nuestro cerebro pensando, explorando y creando. Al fin y al cabo, no hay IA en el mundo que pueda sustituir el poder de la mente humana.

Has picado

¡Hola, humanos! Soy Antonio Romero, y esta vez de verdad. Como ya habréis deducido, la introducción de arriba ha sido escrita por ChatGPT (con algunos retoques míos), porque a estas alturas la IA puede producir casi cualquier cosa que se le pida, y yo quería hacer hincapié en lo fácil que es para los programas de aprendizaje automático como ChatGPT generar respuestas a nuestras preguntas.

Sin embargo, el chatbot tiene toda la razón: si la IA sigue filtrándose en todos los aspectos de nuestras vidas y empezamos a confiar cada vez más en ella, no debemos subestimar los peligros que plantea para la inteligencia humana.

Empecé a preocuparme por esto cuando leí por primera vez las preguntas sugeridas a los usuarios para el nuevo motor de búsqueda Bing de Microsoft, potenciado por ChatGPT (que sigo pensando que debería llamarse de otra manera). Las sugerencias eran terriblemente mundanas:

Desde pedir que sugiriera un menú de tres platos para seis personas que no coman marisco a "programa una rutina de ejercicios de treinta minutos". ¿De verdad son preguntas para las que carecemos de medios? ¿De verdad? Si no se te ocurren tres platos que no sean de marisco para tu próxima cena con amigos, seguramente tienes peores problemas que los que puede resolver un motor de búsqueda de inteligencia artificial.

El impacto en la vida asistida por inteligencia artificial

No voy a descartar sin pensar los potenciales beneficio  de la IA para la sociedad humana. Hay muchas tareas que ya llevan a cabo ordenadores (o trabajadores humanos mal pagados) que podrían automatizarse mejor mediante el uso de herramientas especializadas de aprendizaje automático. Ya hemos visto las ventajas de "asistentes virtuales" como Siri y Cortana: la IA podría suponer enormes avances para estos programas.

Pero me gustaría que pensarais en las generaciones de niños (la mayoría de ellos probablemente ni siquiera han nacido todavía) que crecerán en un mundo de software asistido por IA. No quiero parecer un viejo reacio a la tecnología que piensa que Fortnite va a convertir a sus hijos en potenciales asesinos, pero no podemos ignorar el impacto de la tecnología en el crecimiento y el desarrollo humanos.

Se han realizado muchos estudios sobre las consecuencias del uso de la tecnología en la salud cerebral y, aunque no existe un consenso científico sobre el tema, hay al menos algunas pruebas que sugieren que el uso intensivo de la tecnología no es bueno para nuestras mentes y cuerpos.

Este estudio de la Universidad de California analizó los posibles efectos de la tecnología digital en el sueño, la capacidad de atención, la inteligencia emocional y el desarrollo cognitivo. En todos estos aspectos, el uso intensivo de la tecnología podría causar graves problemas a los individuos afectados, y el estudio también examinó la adicción a la tecnología como efecto resultante.

Google puede hacernos más inteligentes, ChatGPT no

El auge de la IA amenaza con llevar estas cuestiones un paso más allá. Aunque se podría argumentar que Google ha tenido un impacto negativo en la inteligencia humana básica al poner la información al alcance de nuestra mano y contribuir a la muerte del aprendizaje convencional de los libros, el estudio de la UoC concluye que los motores de búsqueda podrían beneficiar la salud del cerebro.

El estudio señala que "los adultos mayores que aprenden a buscar en Internet muestran un aumento significativo de la actividad neuronal cerebral durante búsquedas simuladas en Internet", lo que apoya la teoría de que herramientas como Google pueden beneficiar realmente a la inteligencia humana al estimular la curiosidad y el pensamiento independiente.

Como confirma posteriormente el estudio, esto se debe a que los motores de búsqueda te ofrecen todas las respuestas posibles a tu consulta, y te dejan decidir qué información quieres llevarte contigo. Google te proporcionará una gran cantidad de conocimientos, pero tú decides qué partes son importantes, poniendo más énfasis en el pensamiento crítico que en el conocimiento académico.

La función ChatGPT de Bing no hace esto. Lo que hace es darte una respuesta, una respuesta que genera para ti estudiando toda la información disponible y sacando sus propias conclusiones. ¿Recuerdas cuando eras pequeño y todo lo que decían tus padres lo tomabas como verdad absoluta? Eso es lo que ChatGPT quiere ser. Se acabó el pensamiento crítico: haz lo que el chatbot te diga.

Que no cunda el pánico... de momento

Los niños son, naturalmente, el grupo más afectado. Cada nueva generación se adapta a las nuevas tecnologías más rápido que la anterior, así que podemos suponer razonablemente que dentro de unos años o décadas tendremos niños que sacarán las respuestas a todas sus preguntas de un chatbot de inteligencia artificial que viva en sus móviles.

Este escenario presenta su propia serie de problemas de seguridad, por supuesto, pero eso no es lo que me preocupa a corto plazo. Lo que me preocupa es que estos niños no desarrollen las habilidades de pensamiento crítico necesarias para ser miembros plenamente funcionales de la sociedad. No puedo ser el único que ve parecidos de esta escena de WALL-E con el despliegue de ChatGPT por parte de Microsoft. Amenaza con la "muerte lenta" de la humanidad, en la que, en lugar de que una IA malvada nos aniquile de un plumazo, como en el Terminator 2, nos volvamos tan dependientes de ella que dejemos de vivir con sentido.

Aunque quizá sólo sea alarmismo. Hubo académicos que afirmaron que Google conduciría a un colapso total de la curiosidad humana, y las universidades de hoy están más llenas que antes del auge de los motores de búsqueda. La idea de que "los videojuegos provocan violencia" hace tiempo que ha sido ampliamente desmentida, al igual que "las películas de acción provocan violencia" y "la música heavy metal provoca violencia". Las nuevas tecnologías no deberían dar miedo, ¿verdad?

Además, ChatGPT aún no está listo para empezar a fastidiar los cerebros de los niños. La IA no tardó mucho en empezar a enviar mensajes extraños a los usuarios y a preocuparse por su propio estado de existencia, lo que llevó a Microsoft a limitarla a cinco respuestas por conversación, presumiblemente para evitar la involución neuronal en el software de aprendizaje automático.

A Bard, la respuesta de Google a ChatGPT, no le está yendo mejor. Los propios empleados de la compañía se burlaron de él tras una primera presentación poco convincente, lo que demuestra que todavía hay muchos problemas de crecimiento en el campo de la IA, y que todavía no venderemos nuestras almas a las máquinas. Pero si eres padre, ten cuidado con el acceso que tienen tus hijos a herramientas como ChatGPT: al igual que ocurre con la televisión y los videojuegos, la tecnología nunca debería sustituir el conocimiento vital y humano de los padres.

Antonio Romero

Editor en TechRadar España de día, guitarrista de blues y friki de los cómics de noche. ¿O era al revés?


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