Elon Musk cancela definitivamente la compra de Twitter

El acuerdo entre Elon Musk y el gigante de redes sociales Twitter se ha acabado – si a Musk le permiten seguir su camino.

En una carta al departamento legal de Twitter enviado esta madrugada, Musk quiere cancelar el acuerdo entre él y sus asesores financieros con Twitter, diciendo que 'Twitter está incumpliendo varios puntos de su acuerdo, parece haber hecho representaciones falsas y engañosas en las que se basó el señor Musk al llevar a cabo el acuerdo de fusión, y es probable que sufra un Efecto Adverso Material para la compañía (según se define ese término en el Acuerdo de Fusión)'.

Este giro de los acontecimientos viene tres meses después de que Musk ofreciera 44.000 millones de dólares por la plataforma de redes sociales.

El problema principal es el número de cuentas falsas y bots en Twitter. Musk cree que la plataforma está llena y desde Twitter han insistido en que su estimación está mal. Ellos ofrecieron que le echara un vistazo a sus propios datos, pero Musk quería una auditoría independiente.

La carta añade que 'Twitter se ha negado a dar esta información. Algunas veces Twitter ha ignorado las peticiones del señor Musk, y a veces han afirmado cumplir dándole al señor Musk información incompleta o inútil'.

Musk tenía grandes planes para Twitter, incluyendo el convertirlo en un lugar público, con una función de editar tuits (en la que la compañía ya está trabajando), y siendo un lugar de discurso libre, sea el usuario de la ideología que sea. Hubo mucha polémica sobre una posible invitación a Donald Trump para que volviera a Twitter después de que se le baneara tras los ataques del 6 de enero en EEUU, pero nunca se llegó a confirmar tal invitación.

Aunque Musk haya paralizado la compra mientras intentaba empaparse más del número de bots que tiene la plataforma, se ha mantenido al margen dese hace unas semanas, y no había tuiteado nada sobre cómo iba la compra o cuándo iba a finalizarla.

En cuanto a si el acuerdo está verdaderamente cancelado o no, todavía no se sabe. Musk podría enfrentarse a una demanda por parte los accionistas de Twitter, y podrían aprobarla este próximo mes de agosto.

El presidente del directorio de Twitter, Bret Taylor, tuiteó esta madrugada que la junta estudiará 'medidas legales para forzar la continuación del acuerdo'.

Aun así, no está claro que Musk vaya a ofrecer siquiera un nuevo acuerdo. No sin antes intentar luchar su cancelación.

¿Ahora qué?

Aunque Elon Musk dice que 'ha cancelado' el trato, no es tan sencillo. La junta de Twitter está preparando una batalla y muchos accionistas dicen que no quieren que Musk tenga la propiedad de la compañía.

La junta cree que el acuerdo prevalece, pero la realidad es que el proceso ha creado una tremenda incertidumbre alrededor del futuro de la plataforma, que tiene ya 16 años. Musk parecía preparado para quitar de en medio a Parag Agrawal, actual CEO de Twitter, y hacer limpieza general. Sus planes para Twitter no siempre parecían encajar con la realidad de la plataforma, que tantos usuarios usan y a los que les encanta cómo está ahora.

Aunque las acciones subieron con las primeras noticias del acuerdo, volvieron a caer a los niveles previos al anuncio a mediados de año, cuando la oferta empezó a tambalearse.

Probablemente Twitter necesita un comprador que apoye sus planes de expansión y desarrollo. Ha sido un año muy complicado, probando funciones como la de una nueva plataforma de blogs llamada Notes. Pero como pasa con otras redes sociales, la verdadera batalla la tienen con TikTok. No está claro cómo responderá Twitter mientras se aclara el destino de la plataforma, y tendrá que mantener el tipo frente a las marcas, la prensa, los famosos y millones de usuarios.

No esperes que Elon musk vaya a enviar otra carta diciendo 'bueno, no te preocupes, al final sí compro Twitter'. Responderá a la junta de la compañía a la mayor brevedad posible y la respuesta puede no ser lo que ellos quieran oír.

Musk se puede permitir pagar una cantidad astronómica en multas. Prepárate para una larga batalla legal en la que los usuarios de Twitter podríamos salir muy mal parados.