Los televisores inalámbricos ya no son algo de ciencia ficción: LG ha presentado una tele OLED inalámbrica de 97 pulgadas en CES 2023, que se ha convertido en uno de los artículos que más llaman la atención en el stand de la compañía. Pero en un rincón tranquilo y apartado del Hall Central del Centro de Convenciones de Las Vegas hay algo incluso más intrigante: un televisor OLED 4K de 55 pulgadas totalmente inalámbrico.
Completamente inalámbrico, es decir, sin ningún cable, ni siquiera de alimentación (como sí tiene el OLED inalámbrico de 97 pulgadas de LG). Displace TV ha creado una pantalla que funciona con cuatro baterías recargables de iones de litio, lo que permite ver la tele durante un mes, seis horas al día, sin necesidad de recargarla. El televisor, la estación base inalámbrica, las baterías y el cargador cuestan 3.000 dólares, y se pueden comprar cuatro televisores a la empresa por 9.000 dólares.
¿Por qué querrías cuatro televisores inalámbricos Displace? Porque se pueden combinar para crear un televisor 8K de 110 pulgadas. Los televisores tienen cámaras montadas en la parte superior que siguen los movimientos de la mano y, con un gesto de pellizcar y expandir, se puede conseguir que una imagen que se está mostrando en una de las pantallas se amplíe y llene las cuatro. (La estación base inalámbrica Displace TV, que transmite a las pantallas a través de Wi-Fi 6E, tiene varias entradas de vídeo para permitir la visualización simultánea de distintas fuentes, y también cuenta con una interfaz de smartTV).
Esa función de pellizcar y ampliar es alucinante, pero es aún mejor ver cómo se monta el televisor en la pared.
La tecnología de vacío de bucle activo patentada por Displace TV, que consume poca energía de las pilas, se utiliza para fijar el televisor a una superficie sin necesidad de herramientas de montaje: basta con agarrar los pestillos de los laterales del panel, tirar y se libera el sello de vacío. De hecho, se puede llevar el televisor ligero (aproximadamente 7,25kg) a otra habitación, montarlo firmemente en otra pared, y seguir disfrutando.
A pesar de lo impresionado que quedé viendo la Displace TV en acción, la versión actual tiene algunos inconvenientes. Cuando se agrupan varios televisores, queda un hueco visible entre los paneles. Esto dista mucho de las imágenes fluidas que se consiguen con las pantallas MicroLED de más de 100 pulgadas, que también se juntan a partir de varios paneles. Los televisores también tienen una superficie de pantalla muy reflectante, algo que era fácil de ver en una feria con muchas luces brillantes.
Pero teniendo en cuenta la tecnología de vanguardia y el precio comparativamente bajo que se paga por un televisor OLED 8K de 110 pulgadas (el OLED 4K de 97 pulgadas de LG cuesta 25.000 dólares, y va con cables), la oferta de Displace TV es todo un chollo.
