Fui con el Garmin Instinct Crossover a un festival y ya no puedo vivir sin él
Tu Garmin te ayudará a salir con vida de un festival de verano
Si alguna vez has estado en un festival de música, sabrás que pueden ser agotadores. Los largos días llenos de música muy alta, amigos que nunca están en los sitios en los que quedasteis o una marabunta de gente que rápidamente se convierte en un caos gigantesco. Y no hablemos del camping, que tras un par de días parece que lo haya atravesado medio ejército persa de la peli "300".
Cuando vas de acampada tienes que llevar cientos de cosas, pero hay una que quizá no se te haya ocurrido llevar: un smartwatch. Y no cualquier smartwatch, sino uno bueno y resistente de Garmin.
Estas son algunas de las muchas razones por las que Garmin, y en especial el impresionante Garmin Instinct Crossover, es la tecnología ideal para la temporada de festivales.
Una batería que parece no agotarse
Durante un festival, la duración de la batería es lo último de lo que quieres preocuparte, ya que los puntos de carga pueden ser muy difíciles de encontrar. Algunos festivales tienen taquillas con tomas USB, pero nadie quiere pagar 20 euros o más al día.
Afortunadamente, con el Garmin Instinct Crossover no tendrás que hacerlo. En el ajuste de brillo más bajo, este reloj dura la friolera de 28 días sin cargarse. Cargué el reloj dos semanas antes del festival y, cuando llegué, aún le quedaban 20 días de batería.
Pero aún hay más. El Instinct Crossover también se carga mediante energía solar, así que siempre que pases algo de tiempo al sol (y eso no suele ser un problema en los festivales), podrás mantener este smartwatch en funcionamiento para siempre. El reloj indica que necesitas alcanzar una media de 50.000 Lux (3 horas) para cargar el Garmin y en el festival acabé con unas 130.000 Lux, así que de sobra.
Puede aguantar una buena paliza
Los festivales no son precisamente los lugares más limpios y seguros para tus aparatos tecnológicos. Si tu móvil se te cae del bolsillo y cae al barro, tendrás suerte de recuperarlo entero. Por no hablar de la gente bailando y saltando alrededor, el sudor, la lluvia e incluso algún que otro remojón de cerveza.
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Afortunadamente, los relojes de Garmin aguantan todo. Literalmente. A mí me sigue gustando hacer de vez en cuando alguna locura, y meterme como un desquiciado en el moshpit de mis grupos de metal favoritos, y en esas ocasiones (Amon Amarth, Pantera o Slipknot, entre otros) el Garmin Instinct Crossover aguantó de maravilla.
Todo me dolía, pero mi Garmin no tenía ni un rasguño. Si puede soportar esa intensidad, entonces no hay necesidad de preocuparse de lo demás. Un buen extra es que por fin pude ver cuál era mi ritmo cardíaco durante un moshpit, así que sí... si alguna vez quisiste saberlo, aquí lo tienes.
Sorprendentemente ligero y cómodo
Cuando miras el Garmin Instinct Crossover, ves un reloj bastante grande y voluminoso. Sin embargo, apenas notas ese peso y tamaño una vez que te acostumbras a él. A menudo, ni siquiera te das cuenta de que llevas puesto el reloj, lo cual es una gran ventaja.
Puede resultar molesto para tu amigo al que siempre acabar preguntando la hora, a pesar de llevarla contigo, pero eso sí, el factor "tan ligero que no notas que está ahí" está bien. Incluso dormir con este reloj es sorprendentemente fácil y un buen extra es que también mide tu sueño. Aunque no conseguí mis mejores puntuaciones en ese camping...
Seguimiento de la actividad
Hablando de seguimiento de actividad. Obviamente, no vas a un festival para estar sano, pero ya que estás, es bueno llevar la cuenta. Los festivales son bastante intensos y te sorprendería saber cuántos pasos das un día cualquiera.
Quizá la indicación de que has quemado 800 calorías de más te quite cargo de conciencia antes de ir a por otro tentempié a precio de caviar.
Nunca más llegues tarde a un concierto
¿Cuántas veces te has perdido un concierto en un festival porque se te ha pasado la hora? A mí me solía pasar con bastante frecuencia (no penséis mal, se pierde la noción del tiempo), pero eso no fue un problema este verano. Mi smartphone se quedó en la taquilla, pero antes de guardarlo, había programado un montón de alarmas para cada banda que quería ver.
Por supuesto, esto no es revolucionario, pero en años anteriores también lo hice en mi smartphone con resultados no tan buenos. Cuando estás en una carpa abarrotada de gente con música a todo volumen que te hace temblar las piernas, es muy fácil no enterarse de cuándo suena la alarma. Incluso si tienes el móvil en modo vibración.
Con mi Garmin no tenía ese problema porque tu muñeca empieza a vibrar y a pitar como loca y es prácticamente imposible no darse cuenta.
Editor en TechRadar España de día, guitarrista de blues y friki de los cómics de noche. ¿O era al revés?
- Jouri AltorfRedacteur