Según los nuevos datos de AdDuplex, solo el 29,9% de todos los PCs con Windows 10 ejecutan Windows 10 20H2 (también conocido como actualización de Windows 10 de octubre de 2020), la última versión, lo cual representa un aumento si tenemos en cuenta el 20% del mes pasado.
Si bien este es un aumento decente entre los usuarios, la mayoría de ellos sigue ejecutando Windows 10 2004 (también conocido como la actualización de Windows del 10 de mayo de 2020), todavía presente en el 42.1% de los PCs.
Mientras tanto, el 27,5% de los PCs con Windows 10 ejecutan versiones incluso más antiguas. La buena noticia es que esos números están disminuyendo: por ejemplo, Windows 10 1909 (la actualización de noviembre de 2019) cayó del 26,8% al 18,4% en cuestión de un mes.
Actualización lenta
De todos modos, aunque este movimiento a las versiones más nuevas de Windows 10 es bienvenido, todavía existe la preocupación de que la gente dude demasiado en pasarse a la última versión.
Hay muchas razones por las que Microsoft querría que las personas tuvieran la última versión. Para empezar, esto significa que los usuarios obtienen funciones y correcciones de errores recientes. Pero lo más importante de todo es que las actualizaciones de seguridad también se incluyen en la última versión, las cuales protegen a usuarios de nuevos virus y amenazas. Si utilizas una versión anterior, es posible que no estés del todo protegido.
Que los usuarios dejen atrás versiones anteriores también significa que Microsoft no tiene que gastar tantos recursos manteniendo esas versiones pasadas actualizadas con parches y por lo tanto puede concentrarse tanto en las versiones actuales como en las del futuro. Con el tiempo, las versiones más antiguas de Windows 10 llegarán a su "fin de vida", y entonces Microsoft ya no lanzará parches necesarios para proteger estas versiones. Antes de que esto suceda, es fundamental que los usuarios actualicen Windows 10 a una versión más reciente.
Sin embargo, ¿por qué Microsoft sigue luchando para que la gente actualice Windows 10? En el caso de muchos usuarios, puede ser que la versión en la que se encuentran funcione bien, entonces, ¿para qué actualizar? De modo que es probable que estas personas ignoren o descarten cualquier mensaje con solicitud de actualización.
Teniendo esto en cuenta, el desafío de Microsoft es, por lo tanto, explicar mejor los beneficios de actualizar Windows 10. No te limites a asustar a la gente para que actualice temiendo sufrir problemas de seguridad; en lugar de eso, muéstrales las nuevas funciones y explícales cómo podrían beneficiarse.
Un obstáculo más difícil de sortear para Microsoft es el hecho de que durante el último año ha tenido varios problemas de cierta importancia cuando se trata de actualizaciones de Windows 10, ya que muchas en realidad han presentado más problemas de los que llegaron a solucionar. De modo que es posible que muchas personas hayan visto noticias sobre estos problemas y hayan decidido no actualizar, y para ser justos, en realidad no les culpamos.
Para hacer frente a esto, Microsoft debe asegurarse de que las futuras actualizaciones de Windows 10 garanticen el menor porcentaje posible de errores. Y sinceramente, parece que ahora va en esa dirección, puesto que las actualizaciones recientes son relativamente ajenas a varios problemas, aunque todavía alguno persiste.
Microsoft también podría ser un poco más agresivo con los usuarios cuando se trata de forzar actualizaciones, aunque eso no suele funcionar bien, sobre todo si a alguien con un PC que funciona perfectamente se le obliga a llevar a cabo una actualización forzada que después causa problemas.
Visto así, Microsoft se encuentra en una posición bastante complicada. Simplemente esperaremos que lleguen las nuevas actualizaciones de Windows 10 a finales de este año, las cuales presentarán nuevas funciones y una interfaz de usuario actualizada, y quizás esto convencerá a más personas para dar el paso.
Vía Thurrot.com
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