Los villancicos llegan al Universo Cinematográfico Marvel, con un especial navideño de Guardianes de la Galaxia que llegará a Disney+ a finales de este año. Aunque la noticia se anunció a principios de este año, ahora tenemos un tráiler que ayuda a crear expectativas para esta desenfadada película, y es una maravilla.
Marvel está apostando claramente por los aspectos más cómicos de su tripulación intergaláctica, con un especial de temática navideña en el que Drax y Mantis se unen para visitar la Tierra y secuestrar a un famoso "terrano" como regalo sorpresa para Starlord.
El famoso es, por supuesto, el inigualable Kevin Bacon.
Bacon es una magnífica elección, ya que es la estrella de la clásica película de los 80 Footloose (que el personaje de Pratt cita en la primera película de Guardianes de la Galaxia) y es alguien muy querido en Hollywood.
Parece que una aventura divertida con los Guardianes es exactamente el tipo de tontería que necesitamos entre tantos temas cruciales, como el que se tratará en Quantumania. Marvel parece dispuesta a lanzar "especiales" más cortos como éste en el futuro, sin el largo recuento de episodios de una serie de televisión dedicada o el dolor de cabeza de la distribución de un estreno en cines. Supuestamente, Silver Surfer tendrá algo similar.
También es encantador ver que se dedica más tiempo a Drax y Mantis, dos personajes secundarios de las películas principales que suelen ser secundarios de Peter Quill, pero que tienen una dinámica divertidísima entre ellos: uno es un guerrero increíblemente literal con escasas habilidades sociales, y la otra es una empática con superpoderes que, sin embargo, es muy ingenua. Queremos más de ellos, por favor.
Pero lo más importante es que este especial de Guardianes de la Galaxia es sólo el último de una larga lista de secuestros navideños en el cine, un tropo sorprendentemente común que aparece en películas festivas desde hace décadas.
¿Quién puede olvidar La pesadilla antes de Navidad, de Tim Burton, una mezcla de géneros de Halloween y Navidad en la que un esqueleto parlante secuestra al mismísimo Santa Claus? ¿O Elf, con Will Ferrel, en la que un bebé es robado accidentalmente de su casa y llevado a vivir como un elfo navideño en el Polo Norte hasta que crezca? Y Jungla de Cristal utiliza la época festiva para jugar con las situaciones de rehenes, en las que las personas son retenidas contra su voluntad, por lo que seguimos contándola como una película de secuestros.
Pero, ¿por qué se repite esta narrativa una y otra vez? La Navidad, que es una fiesta para dar, se convierte en una época de robos, secuestros, impostores, lo que da un giro a la premisa, subvirtiendo nuestras expectativas de la fiesta. Y es reconfortante ver que Marvel continúa esa larga tradición.
Como mínimo, Kevin Bacon debería ser un añadido realmente entretenido al UCM. Si Marvel decide incluirlo en más películas, nosotros encantados.
