Una reciente actualización de la aplicación oficial de Fitbit para móviles ha desatado una oleada de críticas de usuarios de diversos rincones de Internet. Las redes sociales, como Reddit y Twitter, se han llenado de usuarios quejándose del rediseño de la interfaz de usuario y exigiendo poder volver a versiones anteriores.
Fitbit, que históricamente ha lanzado varios modelos nuevos cada año, ha ralentizado drásticamente su producción de hardware en los últimos tiempos, y Google (la empresa matriz de Fitbit) ha optado por realizar cambios sutiles en el software y, como era de esperar, añadir una mayor integración con Google.
Se suponía que el rediseño de la aplicación simplificaría las cosas, las haría más limpias y añadiría más personalización al proceso, además de ofrecer nuevas formas de motivar a los usuarios. Pero los que han descargado la actualización han expresado su disgusto por todo, desde los esquemas de color utilizados (descritos como "marrón bilis, verde vómito y azul claro" por un usuario de Reddit) a la inconsistencia en el diseño.
Una de las quejas más repetidas parece ser el desorden del panel de control, lo que resulta extraño si se tiene en cuenta que Google trató de hacer las cosas más limpias con la actualización. El plan original era crear un nuevo diseño que dividiera todos los datos en tres pestañas: Hoy, Entrenador y Tú.
El objetivo de la pestaña "Hoy" era proporcionar una visión general de las métricas de salud actuales, mientras que "Entrenador" ofrecería una lista de entrenamientos sugeridos basados en esas métricas de salud y "Tú" se encargaría de los logros y la fijación de objetivos. Sin embargo, este nuevo diseño del panel de control ha sido acusado de ser abrumador y de requerir más desplazamiento y clics que nunca para acceder a la información.
Es más, también se ha acusado a Fitbit de eliminar ciertas funciones que funcionaban perfectamente bien en las generaciones anteriores de la aplicación. Entre ellas, la función de seguimiento de alimentos y calorías, que solía ser más sencilla, mientras que los fuegos artificiales de motivación que solían aparecer al alcanzar un objetivo de fitness han desaparecido.
También hay descontento entre los usuarios por la falta de opciones de personalización del panel de control, como la ausencia de un modo oscuro y la supresión de elementos clave, como el indicador de batería, que ahora carece de porcentaje y se basa simplemente en un icono y una conjetura.
¿Qué puede hacer Fitbit?
Fitbit y Google aún no han respondido a las críticas, y algunos usuarios enfadados piden otra actualización para solucionar los problemas. En otras páginas web se están discutiendo formas de volver a una versión anterior de la aplicación, aunque esto es complicado y probablemente no será apoyado por Fitbit.
Lo peor de todo es que existe el consenso general de que Fitbit puede perder clientes en favor de rivales como Garmin y Apple, que coinciden en que sus interfaces de usuario son ahora más sencillas y fáciles de manipular.
A medida que los smartwatches y los dispositivos de seguimiento de la actividad física vayan ganando en sensores y ofrezcan cada vez más datos, esto seguirá siendo un verdadero problema para cualquier diseñador de interfaces, pero da la sensación de que Google y Fitbit han juzgado mal este asunto.
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