Indiana Jones y el Gran Círculo: análisis

Como adaptación de su material original, Indiana Jones y el Gran Círculo es un éxito rotundo. Capta a la perfección el aspecto y el tono generales de la franquicia cinematográfica, ofreciendo una aventura trotamundos que hará las delicias incluso de aquellos que sólo la conozcan de pasada. Además, es un auténtico placer jugar gracias a unos escenarios increíblemente bien logrados y repletos de secretos que te mantendrán ocupado durante horas.

He tenido algunas reservas sobre el sistema de combate en primera persona desde que el juego fue presentado, pero puedo decir con confianza que el desarrollador MachineGames ha hecho con maestría el salto de los shooters bombásticos a un sistema de combate cuerpo a cuerpo mucho más despiadado. Machacar legiones de nazis nunca ha sido tan satisfactorio, y el enfoque en la improvisación prácticamente genera momentos memorables, sobre todo si no tienes miedo de experimentar con todas las herramientas a tu disposición.

Sin embargo, hay algunas cosas que echan para atrás a Indiana Jones y el Gran Círculo, como una notable falta de pulido. Los bugs que bloquean el progreso son habituales, aunque por suerte nunca suponen una gran preocupación gracias a un sistema de guardado automático extremadamente eficaz. También están los efectos visuales que, si bien son impresionantes en la Xbox Serie X , no están a la altura en la menos potente Xbox Serie S . Es casi inevitable que los parches solucionen este problema en las próximas semanas y meses, pero empaña un lanzamiento por lo demás sólido.

Una peli de palomitas

Ambientada justo después de los acontecimientos de la primera película de la serie, En busca del arca perdida , Indiana Jones y el Gran Círculo cuenta una historia autoconclusiva que, aparte de un breve segmento de flashback y un puñado de referencias, se sostiene por sí misma. Después de que un hombre corpulento irrumpa en el Marshall College para robar una antigua momia de gato del departamento de arqueología de la universidad, Indy se ve inmerso en una carrera para descubrir los secretos del Gran Círculo, una serie de antiguos yacimientos conectados por todo el mundo, y protegerlo del arqueólogo nazi Emmerich Voss, que quiere aprovechar su poder para la expansión del Tercer Reich.

La pareja tiene una dinámica fantástica, con una rivalidad creíble y atractiva que sitúa fácilmente a Voss a la altura de los villanos más memorables de las películas. Unas horas más tarde, a Indy se une a Gina Lombardi, una periodista que busca a su hermana desaparecida. Su recelo inicial se transforma gradualmente en una auténtica amistad a medida que avanza la trama. La narrativa no es ni mucho menos innovadora, pero está bien contada y se transmite a través de escenas absolutamente impresionantes.

Indiana Jones y el Gran Círculo se beneficia de uno de los mejores trabajos de captura de movimientos y animación que he visto nunca, sólo superado por las cinemáticas realmente revolucionarias de Senua's Saga: Hellblade 2 . Los personajes se mueven con un realismo casi espeluznante, con rostros sublimes que hacen que sea fácil olvidar que no estás sentado en el cine. Por supuesto, esto significaría muy poco si el doblaje no fuera también perfecto.

Por suerte, el siempre fiable Troy Baker interpreta magistralmente a Indiana Jones y Alessandra Mastronardi parece tan cómoda como Gina soltando réplicas ingeniosas o gritos de angustia en los clímax emocionales. Las escenas se presentan en un flujo casi constante, perfectamente entretejidas entre los momentos de juego, y pueden durar varios minutos, pero es imposible quejarse de su naturaleza cuando se ven y suenan tan bien.

El gorro de pensar

La trama te guía a través de una serie de localizaciones variadas por todo el mundo, desde un Shangai devastado por la guerra hasta un barco nazi congelado que naufraga en la cima de una montaña del Himalaya. Cada uno de ellos está brillantemente recreado, repleto de auténticos detalles de los años 30 e innumerables objetos que recoger y examinar. La elección de representar con precisión los idiomas y acentos regionales también es un gran acierto, ya que da a cada zona su propio sabor y aumenta enormemente la inmersión.

Aunque la mayoría de las secciones son más bien lineales, hay tres enormes zonas de mundo abierto en las que hincar el diente. La primera es la Ciudad del Vaticano, donde los Camisas Negras de Mussolini se aprovechan de la debilidad de un Papa enfermo para cazar reliquias antiguas. Este es, sin hipérbole, uno de los mejores entornos que he explorado en un videojuego.

Pasé casi siete horas en él en mi primera partida, superando objetivos opcionales y buscando objetos coleccionables, y siento que apenas he arañado la superficie de lo que ofrece. Hay algo nuevo que descubrir cada pocos pasos y todo es interesante y está bien diseñado, en lugar de ser mero relleno. Los puzles son abundantes y, para mí, están perfectamente equilibrados: requieren la cantidad justa de reflexión, pero nunca llegan a ser frustrantes en su dificultad moderada.

Lo mismo ocurre con los que te encuentras en la historia, aunque estos también cuentan con un sistema de pistas inteligentemente integrado por si te quedas atascado. Haz una foto de cualquier puzle de la historia con la cámara de Indy para obtener una pista rápida o, si sigues adelante, una explicación detallada de lo que tienes que hacer. No es un sistema que yo necesitara usar, pero me alegro de que esté ahí para los jugadores que prefieran centrarse en la acción.

Desgraciadamente, en los puzles también tienen una serie de bugs frustrantes que me bloqueaban el progreso. A veces, los objetos necesarios para completarlos no aparecían, lo que hacía imposible avanzar. También hubo varias ocasiones en las que las manos de Indy se quedaban atascadas, incapaces de interactuar con el mundo. Una nota hacía referencia a una chimenea, así que me metí en ella pensando que podría haber algún tipo de puerta oculta, pero caí al suelo y morí.

Todos estos problemas se solucionaron volviendo a mi último autoguardado, que por suerte son muy frecuentes, pero una vez tuve que retroceder bastante y perder de manera frustrante casi una hora de juego.

Machaca-botones

Sin embargo, los puzles y la exploración son sólo una parte del juego, ya que el combate también es un pilar fundamental de la experiencia. Aquí hay un sistema de sigilo básico, pero yo siempre opté por entrar a saco siempre que la situación lo permitía, un enfoque que recomiendo encarecidamente. Gracias a unos puñetazos carnosos y satisfactorios y a una esquiva rápida como el rayo, el sistema de combate cuerpo a cuerpo da lugar a peleas emocionantes. También tienes el característico látigo de Indy, que puede usarse de varias formas dependiendo de dónde lo apuntes.

Un golpe rápido en las manos desarmará a la mayoría de los enemigos, dándote la oportunidad de barrer y agarrar su arma. Si apuntas a la pierna, Indy tirará de ella, lo que es perfecto si quieres lanzar a un guardia desprevenido por una cornisa. También puedes tirar de los enemigos hacia ti y agarrarlos para darles una violenta paliza. Casi cualquier objeto que encuentres puede usarse como arma, y golpear a los nazis con todo tipo de objetos, desde plumeros hasta sartenes, es tan catártico como suena.

Las armas también están presentes, aunque siempre representan un atractivo equilibrio entre riesgo y recompensa. Son mucho más rápidas que los puños, pero ruidosas e incitan a los enemigos a desenfundar las suyas, dejándote fuera de combate en pocos golpes. Es una dicotomía bien pensada que las hace ideales en caso de apuro, pero que impide que correr y disparar se convierta en una estrategia viable. Si a esto le añadimos las numerosas mejoras, que se presentan en forma de libros escondidos por los escenarios, tenemos una fórmula que me ha dejado con ganas de volver a sumergirme en ella incluso después de que hayan pasado los créditos.

Dicho esto, Indiana Jones y el Gran Círculo puede sufrir un defecto ineludible dependiendo de cómo se juegue: sus efectos visuales en Xbox Series S. El juego se ve fenomenal en Xbox Series X, pero no está a la altura en la máquina más débil de Microsoft. Las frecuencias de cuadro son suaves, pero las texturas turbias, la resolución borrosa, los modelos con poco detalle y la desagradable iluminación estropean la mayoría de los entornos, incluso con el paquete opcional de texturas de alta resolución instalado. No es imposible disfrutarlo así, ni mucho menos, pero no creo que sea descabellado esperar más de un juego first-party dada la enorme base de usuarios de la consola.

Cruzo los dedos para que haya algún tipo de revisión visual en camino, ya que es lo único que me impide recomendarlo sin reservas. Si tienes una Xbox Series X, un PC potente o puedes probar el juego a través de una suscripción a Xbox Game Pass.

¿Debería jugar a Indiana Jones y el Gran Círculo?

Juégalo si…

No lo juegues si…

Accesibildad

Indiana Jones y el Gran Círculo cuenta con un buen conjunto de opciones de accesibilidad. El tamaño de la interfaz de usuario puede aumentarse para aumentar la visibilidad, o cambiar entre unos cuantos preajustes de color.

Hay varios modos de filtro de color, además de efectos de alto contraste y opciones de color de alto contraste personalizables para objetos clave, armas y mucho más.

Además, hay varios niveles de dificultad tanto para el combate como para los puzles o la exploración.

Cómo analicé Indiana Jones y el Gran Círculo

He jugado a Indiana Jones y el Gran Círculo durante más de 20 horas tanto en una Xbox Series S 1TB como en una Xbox Series X.

Durante ese tiempo completé toda la historia principal y dediqué un tiempo considerable a explorar cada entorno. Me esforcé por encontrar todo el contenido extra posible, dominando una serie de misiones secundarias y actividades opcionales, y planeo volver a sumergirme para conseguir aún más.

En Xbox Series S, jugué con un monitor 1080p, mientras que en Xbox Series X utilicé un televisor Sony 4K. En ambos casos, utilicé un mando inalámbrico Xbox estándar. Para el audio, utilicé mi fiel Astro A50 X en Xbox Series S y un SteelSeries Arctis Nova 7 en Xbox Series X.

Analizado por primera vez en diciembre de 2024.