A pesar del temor a que la IA afecte al mercado laboral, parece que las empresas siguen prefiriendo el toque humano.
Una nueva encuesta de HSBC ha revelado que, en lugar de sustituir a los trabajadores, las empresas quieren ver cómo pueden ayudarles las herramientas de IA. El 86% afirma que está estudiando la tecnología punta, como la IA, para mejorar las competencias de sus empleados. Otro 83% afirma que tiene previsto reciclar a sus empleados para que utilicen este tipo de herramientas.
La amenaza que supone la tecnología automatizada para los puestos de trabajo es una constante desde hace tiempo y, con el reciente auge de la IA generativa, esta preocupación no ha hecho más que aumentar. Pero según la encuesta, parece que las empresas quieren que humanos y máquinas trabajen juntos, en lugar de competir por los mismos puestos de trabajo.
El trabajo en equipo es clave
Los resultados de la encuesta se hacen eco de las opiniones expresadas recientemente por Andrew Bailey, gobernador del Banco de Inglaterra.
Afirmó que la IA no sería un "destructor masivo de puestos de trabajo", sino que los trabajadores aprenderían a trabajar con la tecnología avanzada en lugar de contra ella. Añadió que, a lo largo de la historia, "las economías se adaptan, los empleos se adaptan y aprendemos a trabajar con ello. Y creo que se obtienen mejores resultados con personas que con máquinas por sí solas".
Las empresas del Reino Unido alegan que la inversión en IA ha "contenido los costes de contratación y mano de obra". La reciente comisión de Comunicaciones y Asuntos Digitales de la Cámara de los Lores también instó al Reino Unido a centrarse en los efectos positivos de la IA y a "no perderse la fiebre del oro de la IA".
La presidenta de la comisión, la baronesa Stowell, también advirtió de que el Reino Unido no debe convertirse en "la gente de la seguridad" en el ámbito de la IA. Añadió que "ningún experto en seguridad va a ser creíble si no somos al mismo tiempo desarrolladores y parte de la verdadera vanguardia de la promoción y creación del progreso de esta tecnología".
El Reino Unido fue el primer país en celebrar una Cumbre sobre la Seguridad de la IA, en la que se advirtió de los peligros de esta tecnología y se sugirió cómo gestionar los riesgos asociados a la IA. Entre ellos figuran los riesgos para la privacidad de los datos, la violación de los derechos de autor y la ciberseguridad, ya que los ciberdelincuentes pueden aprovechar su poder para crear estafas y programas maliciosos más peligrosos.
