A principios de esta semana, comenzaron a circular rumores de que Fitbit (y su empresa matriz, Google) planeaban cambiar la forma en que se cargan sus pulseras de actividad. Un render de la nueva Fitbit Luxe parecía mostrar un nuevo diseño de cargador con un conector USB-C, lo que supondría una gran diferencia con respecto al actual.
Hasta el momento, todos los dispositivos Fitbit se cargan mediante cables USB-A que se conectan al reloj con un clip o base magnética. Cambiar a USB-C tendría varias ventajas, una de las cuales es la opción de conectar el cable sin importar la orientación de este.
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Los conectores USB-C también son particularmente resistentes y facilitan la vida a cualquiera que desee cargar su reloj desde un dispositivo como un MacBook o Google Pixelbook, que solo tiene puertos USB-C. Un cable USB-C no necesariamente carga más rápido que el USB-A, aunque también sería posible.
Sin embargo, Fitbit ha emitido un comentario a 9to5Google aclarando que la imagen del cargador de Fitbit Luxe era solo una 'muestra', y el nuevo dispositivo se quedará con el mismo estilo de cargador USB-A que los modelos anteriores.
La tendencia de encogerlo todo
Sin embargo, puede que ese no sea el caso de los Fitbits de la siguiente generación, particularmente desde el reciente anuncio de que la compañía está trabajando en un nuevo smartwatch que ejecutaría el sistema operativo portátil de Google, Wear OS, en vez del sistema operativo patentado utilizado por sus pulseras de actividad actuales.
Para aprovechar esto al máximo y hacer que el nuevo reloj funcione mejor con los Chromebooks, es posible que este nuevo dispositivo ofrezca un cargador USB-C de serie.
Actualmente hay muy pocos smartwatches que usen USB-C, siendo el Apple Watch la excepción más obvia, pero como el USB-A se está eliminando (muy poco a poco) para favorecer la fabricación dispositivos más delgados, ligeros y más pequeños en general, seguramente es solo una cuestión de tiempo hasta que otros sigan su ejemplo.
