Primer veredicto
Por fin ha llegado el chatbot de Google basado en inteligencia artificial. Cuenta con una interfaz realmente amigable que atraerá a mucha gente, independientemente de sus conocimientos técnicos. Presenta algunas mejoras en la calidad de vida con respecto a otros chatbots, como la previsualización de borradores, pero por otro lado, la falta de claridad sobre las fuentes hace que sea menos fiable que Bing.
Pros
- +
Buena interfaz
- +
La ramificación de la IA es una gran idea
- +
Integración con Alexa y el Asistente de Google
- +
Muy rápido
Contras
- -
No muestra sus fuentes
- -
¿Cómo de preciso es?
¿Por qué puedes confiar en TechRadar?
Google Bard, la respuesta del gigante de las búsquedas a ChatGPT, ya está aquí. El chatbot ha entrado en fase de beta abierta, aunque sólo para aquellos que viven en EEUU y Reino Unido. Por suerte, en TechRadar tenemos un equipo internacional, y hemos podido probar el nuevo servicio de chat con IA de Google.
Ahora nos preguntamos, ¿ha merecido la pena la espera? ¿Cómo se compara con los muchos otros chatbots de inteligencia artificial que han surgido en Internet?
La primera pregunta es fácil de responder. Según nuestras primeras impresiones, la decisión de Google de esperar hasta que estuviera listo para el público fue acertada. Al fin y al cabo, Bard tuvo una presentación inicial un tanto desastrosa, ya que dio una respuesta incorrecta a una pregunta en pleno evento de lanzamiento.
La segunda pregunta es más difícil de responder, y tenemos que reconocer que tendremos que probar Google Bard durante más tiempo para poder compararlo plenamente con el chatbot de Bing, que funciona con ChatGPT de Microsoft.
Sin embargo, hay varias cosas que saltan a la vista a los pocos segundos de utilizar Google Bard, como lo bien diseñado que está y lo rápido que es, a veces hasta el punto que casi asusta.
Hay mucha expectación por ver cómo ha enfocado Google su propio chatbot. ¿Podría ser una revolución en nuestra forma de buscar? Sigue leyendo para conocer lo que nos ha parecido Google Bard al probarlo.
Google Bard: Diseño
De entrada, la interfaz de usuario (IU) de Google Bard supera el diseño oscuro y lúgubre de ChatGPT. La interfaz es luminosa y tiene el estilo típico de Google al que estamos acostumbrados. Todo nos resulta familiar, a pesar de que estamos interactuando con un producto completamente nuevo.
El diseño es limpio y te encuentras con un montón de nuevas características, como la opción de hablar con Google Bard (aunque todavía tienes que pulsar la tecla Intro) y la posibilidad de ver todos los diferentes borradores que Bard ha considerado antes de devolverte la primera respuesta.
Puedes editar el texto de las preguntas ya formuladas y reanudar la conversación desde cualquier punto, y en función de tus indicaciones o preguntas, aparece un pequeño botón debajo de la respuesta de Bard que te permite buscar la respuesta en Google y ver si hay alguna búsqueda relacionada.
En general, estamos ante una interfaz de usuario sofisticada y elegante que deja claro que está pulida, preparada y lista para funcionar.
Google Bard: Rendimiento
En términos de rendimiento, es difícil no sentirse impresionado por Google Bard.
En cuanto entras en el chat, Bard te da la bienvenida con una introducción útil y bastante entrañable. Admite que no lo hará todo bien y agradece los comentarios, antes de ofrecerte una lista rotativa de posibles preguntas.
El tono de voz y el temperamento de Bard son sorprendentemente humanos y resulta increíblemente fácil hablar con él; te sientes como si estuvieras charlando con una cara amiga. Es sencillo y encantador, increíblemente servicial y siempre dispuesto a disculparse y admitir sus fallos. El chatbot parece tan entusiasmado por hablar contigo como tú por hablar con él.
En comparación con otros modelos de chatbot como el chat de Bing y ChatGPT, el tiempo que pasa entre la introducción de una pregunta y la respuesta del bot es asombrosamente rápido. Bard respondió rápidamente independientemente de la naturaleza de la solicitud, tanto si le preguntábamos cómo había sido entrenado o las diferentes formas en las que podíamos interactuar con él (lo cual incluye la integración con Alexa), como si le pedíamos que escribiera una reseña de un producto.
Le pedimos a Bard que escribiera una reseña sobre un producto de maquillaje que no existe y nos hizo mucha gracia la respuesta. Es sorprendente lo mucho que fue capaz de generar a partir de nuestra breve petición y rellenar los huecos del producto imaginario.
Mientras que otros chatbots tardan un poquito en elaborar su respuesta, mostrándote en cada momento qué está "pensando", Google Bard te devuelve largas respuestas en un abrir y cerrar de ojos. Tenemos muchas ganas de charlar más con Bard y ver qué más puede hacer, pero de momento estamos muy impresionados.
La afición de Google por realizar un seguimiento de tus actividades en sus distintos productos y servicios también se pone de manifiesto en Google Bard.
Google mantiene un registro de todo lo que escribes en el chat, incluidas las modificaciones que realizas en las instrucciones después de enviarlas (se guardan como solicitudes independientes). La página de actividad afirma que las respuestas que da el bot se guardan, pero las nuestras no aparecen.
Podría tratarse de un descuido, pero también podría ser intencionado. Las respuestas de Bard de hoy pueden ser significativamente diferentes de cómo responda a las mismas preguntas dentro de una semana o un mes.
Al igual que ChatGPT, Google Bard te permite copiar las respuestas. Basta con hacer clic en los tres puntos para que aparezca la opción "Copiar", para copiar la respuesta, o "Informar de un problema legal".
La posibilidad de copiar y recopilar las respuestas de Google Bard puede ser fundamental si se utiliza para un proyecto de gran envergadura en el que las respuestas se dividen en varias preguntas.
La capacidad de Google Bard para identificar personas ha dado resultados mixtos. Parece poco dispuesto a ofrecer detalles sobre personas normales, aquellas que podrían no estar en el ojo público. En un momento dado, Bard dijo: "Sólo soy un modelo lingüístico, así que no puedo ayudar con eso".
Sin embargo, Bard sí que puede darte información sobre gente famosa. De hecho, con esta consulta, por primera vez, obtuvimos información de fuentes (Wikipedia).
Google Bard es tan bueno como ChatGPT a la hora de producir contenidos, aunque tiene tendencia a no citar fuentes y no parece releer su propio trabajo para evitar redundancias.
¡Cuando le pedimos una "crítica brutalmente honesta de la nueva película Shazam! La furia de los dioses", Bard nos dio una crítica algo inconexa que, si bien describía con precisión la película y nos ofrecía una crítica razonable, también se repetía tres veces.
Google Bard: nuestras primeras impresiones
Bueno, ¿qué podemos decir? Estamos deslumbrados, impresionados.
Puede que Google haya tenido un comienzo difícil con el lanzamiento inicial de Bard, pero está claro que al final ha cumplido. El chatbot es simpático, conversacional y da la sensación de ser un asistente virtual que realmente quiere ayudar.
A juzgar por nuestras charlas con Bard y las distintas formas en las que vamos a interactuar con él, está claro que Google ya tiene planes para seguir introduciendo el chatbot en nuestras vidas. Si el nivel del chatbot es tan bueno a estas alturas, tenemos muchas esperanzas puestas en su futuro.
Usar Google Bard resulta muy divertido ya en este momento, e, incluso tras nuestra breve interacción, está claro que Bard va en serio. Sí, puede ayudarte a alcanzar tus objetivos e indicarte cómo añadir más proteínas a una posible idea para la cena, pero la facilidad y habilidad con la que escribe reseñas técnicas, recomienda productos y devuelve grandes tochos de texto a partir de breves indicaciones lo elevan por encima de ser un divertido pasatiempo. La búsqueda podría estar a punto de cambiar radicalmente. Sin embargo, a diferencia de Bing, Google Bard no enumera sus fuentes, lo cual es cuanto menos curioso. De hecho, podría decirse que es irresponsable: seguramente la gente querrá saber de dónde procede la información antes de decidir si confiar en ella.
Esperamos que a medida que más gente use Bard y se convierta en algo más habitual en nuestro día a día, podamos aprender más de él y sobre él. No cabe duda de que habrá mucha gente que tratará de hacer "descarrilar" a Google Bard, pero esperemos que Google haya tenido tiempo de aprender de la competencia y evitar que eso ocurra. Al fin y al cabo, no pasó mucho tiempo antes de que a Bing empezara a írsele la olla y/o se pusiera a inventarse cosas, así que si Google puede evitarlo, lo estará haciendo bien.
Seguiremos jugando con Google Bard durante los próximos días y actualizaremos este análisis práctico en consecuencia.
Soy ingeniera informática y editora del equipo de TechRadar España. Me gusta todo tipo de tecnología, pero los ordenadores son mis dispositivos preferidos. Además de escribir sobre ellos me encanta arreglarlos, al fin y al cabo, pueden llegar a estar tan locos como yo.
- Muskaan SaxenaComputing Staff Writer
- Marc McLarenGlobal Editor in Chief
- Matt HansonManaging Editor, Core Tech