Al contrario de lo que piensas, hacer seguimiento del yoga con tu Fitbit o Garmin no es inútil del todo

Una mujer haciendo yoga con una pulsera de actividad.
(Crédito de imagen: Shutterstock)

Es muy fácil entender cómo una pulsera de actividad, de Fitbit, Garmin, Polar, o cualquier otra marca, puede resultar útil a la hora de hacer un seguimiento de tus entrenamientos cuando haces ciclismo o sales a correr. Cuando hablamos de ejercicios repetitivos de resistencia, las pulseras de actividad o los relojes deportivos son capaces de monitorizar el ritmo y la velocidad que llevas, y combinan esos datos con las métricas que recoge el dispositivo como tu frecuencia cardíaca o tus niveles de oxígeno, teniendo en cuenta también la dificultad de la ruta. Con toda esta información, la pulsera de actividad te permite hacerte una buena idea de tus logros y tu forma física.

Sin embargo, cuando se trata de yoga la cosa no es tan sencilla. Los smartwatches de las marcas que hemos nombrado al principio, o de hecho, cualquier modelo que merezca la pena, cuentan con un modo de entrenamiento dedicado al yoga. Pero claro, cuando te subes a la esterilla para hacer tus ejercicios de yoga, no es lo mismo que cuando sales a correr, ya que es muy difícil hacer un seguimiento de tus logros, por mucho que prometan las marcas con sus modos de entrenamiento dedicados al yoga.

Si lo piensas, cuando haces yoga en realidad no puedes medir si has mejorado, o mejor dicho, es la pulsera la que no lo puede apreciar. Piénsalo, ¿qué es un logro en el yoga? Pues puede que un día consigas hacer una nueva postura, esa que te parecía imposible tan solo un mes antes, o tal vez consigas por primera vez apoyar la planta del pie entera en el suelo cuando hagas el perro boca abajo, o que consigas abstraerte del estrés de la vida durante la sesión entera, y no pensar ni una vez en los problemas...

Pero una pulsera de actividad no sabe apreciar o medir esas cosas. Simplemente no cuenta con la tecnología necesaria para hacerlo, al contrario de lo que pasa a la hora de medir tu éxitos cuando sales a correr, a nadar o en bici. Por supuesto, el dispositivo es capaz de monitorizar tu frecuencia cardíaca, las calorías que has quemado, y tus niveles de esfuerzo, pero es que lo hace de la misma manera que si estuvieras haciendo una rutina HIIT, por poner un ejemplo. 

La mayoría de smartwatches y pulseras de actividad utilizan el mismo algoritmo "multideporte" para la mayoría de actividades, recogiendo las mismas estadísticas, y simplemente etiquetando los resultados como "yoga" en tu historial, en este caso. Eso es lo más sofisticado que es capaz de hacer el dispositivo, aunque es verdad que algunos modelos de alta gama de Garmin son capaces de hacer un seguimiento de tus respiraciones cuando haces yoga. Pero ya está.

El modo de entrenamiento de fuerza de Garmin permite establecer ejercicios específicos, y los movimientos cuentan series y repeticiones. Lo mismo ocurre con la natación, ya que muchos relojes pueden realizar un seguimiento de las brazadas individuales. Pero resulta que ningún smartwatch o pulsera de actividad tiene la capacidad de hacer esto con las posturas de yoga, y teniendo en cuenta lo variadas que son las sesiones de yoga, no creo que ningún dispositivo tecnológico lo haga nunca, al menos a la perfección.

Pero vamos más allá; en algunas ocasiones, el reloj puede hacer incluso que te distraigas cuando haces yoga, que es precisamente lo último que se busca en este tipo de actividad. Si hacer un seguimiento de tu sesión implica que la pulsera esté dando pitidos cada dos por tres, o que la pantalla esté todo el rato encendida, ¿dónde está gracia?. Es más, el simple hecho de estar preocupándote por tus métricas mientras haces yoga, ya va en contra del fundamento de este deporte. El yoga es un momento pensado en desprenderse del estrés y de las notificaciones constantes de nuestros dispositivos, por lo que hacer uso del reloj es algo que puede resultar bastante absurdo y contraproducente, sobre todo si lo tienes puesto con volumen.

Una mujer haciendo yoga con una pulsera de actividad

(Image credit: Shutterstock)

Ahora bien, si tu pulsera de actividad o smartwatch deportivo es capaz de permanecer en silencio, y su pantalla no distrae a tus compañeros, ni a ti, cada vez que se encienda, en este caso yo creo que estos dispositivos y sus modos de entrenamiento de yoga sí que tienen cabida en este deporte, y deberías usarlos.

El objetivo de aplicaciones como Fitbit Premium, Garmin Connect y Google Fit es servirte para que puedas tener todas tus estadísticas y datos de salud y forma física en un mismo sitio. Desde el historial de tu seguimiento del sueño a lo pasos que das cada día, los cambios en tu peso, etc.

Si bien el yoga no es algo que puedas medir simplemente con la frecuencia cardíaca y otras métricas, eso no quiere decir que no venga bien llevar un registro de todas esas cosas. Al fin y al cabo, cuando te pongas a mirar al final de la semana la cantidad de ejercicio que has hecho, ahí también se contabiliza el yoga, junto con las demás cosas que hayas hecho. Y es verdad, puede que las estadísticas no impresionen, pero es que esa no es la razón por la que hacemos deporte. Es como llevar un diario sobre tu experiencia pero desde una perspectiva fisiológica. La mayoría de las aplicaciones te permiten valorar cómo te has sentido después de un entrenamiento, seleccionando distintos emojis de caritas sonrientes, ¿acaso eso no encaja con la filosofía del yoga de reflexionar y ser consciente de tu mente y de tu cuerpo durante el tiempo que dura la sesión?

Por otro lado, al igual que pasa con cualquier tipo de deporte, reunir las métricas cuando haces yoga te permitirá observar ciertos progresos. Por ejemplo, si el corazón se te dispara o te quedas sin aire cuando te estás esforzando para ponerte en una postura algo más complicada por primera vez, luego podrás ir viendo los progresos ya que podrás comparar cómo esas métricas se van relajando conforme le vas pillando el truco sesión tras sesión.

Igualmente, podrás ver cómo desciende tu ritmo cardíaco, o no, durante cualquier meditación que hagas. Si tus niveles de estrés siguen siendo altos incluso después de esos pocos minutos de mindfulness al principio o al final de tu entrenamiento, entonces sabes que algo estás haciendo mal, y que te tienes que esforzar más en liberar tu mente y en dejar de pensar en los problemas.

En conclusión, una pulsera de actividad o un smartwatch pueden ayudarte a reflexionar sobre tu sesión de yoga, y registrar ciertos progresos, por mucho que esos registros sean algo incompletos. Y esos son buenos motivos para seguir usando estos dispositivos.


Anastasia Lazaridis
Editora

Soy ingeniera informática y editora del equipo de TechRadar España. Me gusta todo tipo de tecnología, pero los ordenadores son mis dispositivos preferidos. Además de escribir sobre ellos me encanta arreglarlos, al fin y al cabo, pueden llegar a estar tan locos como yo.

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