Cómo enfriar tu ordenador: refresca tu GPU y CPU en días de mucho calor
¿Tu equipo se calienta demasiado? Te contamos cómo enfriarlo
Lo amamos o lo odiamos, tenemos una opinión dividida cuando nos enfrentamos a un calor sofocante (y, hoy en día, en casi todo), pero lo que es seguro es que los componentes dentro de nuestros ordenadores y portátiles no son tan de sol como la gente que los utiliza.
Los procesadores y las tarjetas gráficas son especialmente sensibles al calor, por lo que es importante refrescarlos en un día normal, no solo cuando el tiempo empieza a obligarte a salir tras la puesta de sol. La mayoría vienen con algún tipo de dispositivo de refrigeración, dependiendo de la calidad del producto. Las CPU suelen venir con un ventilador de serie y las GPU con un radiador y un ventilador integrados en la propia tarjeta.
Incluso los sistemas de refrigeración por agua más caros y la refrigeración AIO pueden requerir un ventilador y un radiador para hacer circular el agua refrigerada por el ventilador sobre la superficie caliente, y los ventiladores de la torre son esenciales para garantizar que otros componentes, como el almacenamiento y la memoria, también reciban ayuda para gestionar las temperaturas.
Por desgracia, independientemente del sistema de refrigeración que tenga, el sistema generalmente solo se "enfría" en relación con la temperatura ambiente de su entorno, lo que puede suponer un esfuerzo adicional para nuestros ordenadores y portátiles. Puede ser preocupante escuchar el fuerte zumbido de los ventiladores de tu PC en un entorno cálido, aunque normalmente esto solamente quiere decir que están haciendo su trabajo. Sin embargo, si los ventiladores están zumbando durante mucho tiempo, podría ser una señal de que su sistema tiene problemas.
¿Cuál es el límite de temperatura?
¿Qué temperatura debería tener tu GPU o CPU? Es importante entender que las temperaturas fluctúan en función de lo que esté haciendo el sistema, con cifras más bajas cuando está en reposo o haciendo una sola tarea, pero que se disparan si el PC se enfrenta a una carga de trabajo intensa como ejecutar videojuegos, hacer streaming o incluso simplemente abrir varias hojas de cálculo.
Las temperaturas típicas de las GPUs oscilan entre los 65 y los 85 grados centígrados, aunque algunas GPUs AMD RDNA2, como la Radeon RX 6900 XT, alcanzan una temperatura máxima de funcionamiento de 110 grados centígrados.
Las temperaturas de funcionamiento aceptables para las CPU se sitúan en torno a los 60° a 70°, aunque no es raro que suban hasta los 80° cuando están bajo sobrecarga, y no es una gran idea que tu PC se mantenga a ese nivel de calor.
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Puedes comprobar la temperatura de tu GPU de varias maneras, aunque la más sencilla, si tienes Windows 10 o Windows 11, es dirigirte al administrador de tareas pulsando las teclas Ctrl, Alt y Supr del teclado al mismo tiempo y seleccionando la aplicación. Desde aquí, selecciona rendimiento y verás que se muestra información de varios componentes, incluyendo la temperatura de tu GPU.
La CPU es un poco más complicada y requiere más tiempo dependiendo del método que quieras utilizar. Puedes acceder a la información del procesador en la BIOS, pero esto requiere reiniciar el sistema y es lo que más tiempo lleva de todos los métodos que hemos probado. Nuestra sugerencia para aquellos que quieran vigilar con frecuencia el rendimiento del sistema es instalar una aplicación de monitorización de terceros como NZXT CAM o CoreTemp, ya que te permitirá revisar la temperatura de la CPU en directo (y más información útil como el consumo de energía).
Así es como puedes mantener tu ordenador fresco
Pongamos que compruebas las temperaturas de tu sistema y encuentras unos números bastante alarmantes en tu pantalla. Esto seguramente te causará cierta preocupación pero, por suerte, hay algunas cosas que puedes hacer para mitigar el calor.
Limpia tu dispositivo y asegúrate de que las rejillas de ventilación están despejadas
El polvo y la pelusa pueden acumularse rápidamente alrededor de un PC de sobremesa, lo que significa que tu sistema podría no estar recibiendo tanto flujo de aire como crees. Una lata de aire comprimido (del tipo que se vende en las tiendas de electrónica para eliminar el polvo) servirá para ello, o se puede utilizar un pincel o una brocha de maquillaje para quitar suavemente la suciedad. Si tienes una caja de PC que se puede abrir retirando un panel, también deberías dar un chorro de aire a los ventiladores de la caja para limpiarlos, y asegurarte de que el interior del sistema está libre de cualquier acumulación de polvo.
Reduce los overclocks
A algunos entendidos del PC les gusta maximizar el rendimiento mediante el overclocking, pero esto no solo consume energía extra, sino que también aumenta la temperatura media de funcionamiento. A no ser que necesites absolutamente que tu sistema esté en overclocking todo el tiempo, considera reducirlo en los días en los que el calor aprieta.
Aumenta la potencia de los ventiladores, y añade alguno más
Los ventiladores de la torre desempeñan un papel importante en la refrigeración de la CPU y la GPU. Algunas torres tienen un controlador de ventiladores integrado que permite aumentar la velocidad de los ventiladores al 100% cuando lo necesites, o puedes controlarlo directamente en el sistema entrando de nuevo en la BIOS.
Esto lleva el mismo tiempo que lo mencionado anteriormente con respecto a las temperaturas de la CPU. Una buena alternativa es instalar más software de terceros, como SpeedTemp, aunque puede que este no pueda acceder al ventilador de tu CPU dependiendo del fabricante de tu placa base.
Si tus ventiladores están al máximo, puede que sea el momento de pensar en una actualización de la torre para permitir un mejor flujo de aire o añadir ventiladores adicionales a la torre si tienes espacio de sobra. Es posible que tengas la tentación de apuntar un ventilador de pie al máximo al PC y darlo por hecho, pero es poco probable que esto reduzca realmente la temperatura de los componentes internos de tu PC, incluso si quitas un panel lateral.
Sustituir la pasta térmica y las almohadillas térmicas
Esto requiere distintos niveles de conocimientos técnicos, pero es perfectamente posible hacerlo uno mismo en lugar de llevar el equipo a una tienda de informática, aunque hay que tener cuidado con la anulación de las garantías. Si tu equipo tiene unos cuantos años, considera la posibilidad de limpiar la pasta térmica de la CPU y cambiarla por una nueva, ya que esto podría ayudar a reducir el calor.
Del mismo modo, algunas GPU no tienen almohadillas térmicas de la mejor calidad, aunque la mayoría de los fabricantes no estarán dispuestos a que desmontes su producto para sustituirlas. Aun así, si estás dispuesto a anular cualquier garantía y arriesgarte, puedes seguir este magnífico tutorial en vídeo de TechteamGB para limpiar tu tarjeta gráfica y sustituir las almohadillas térmicas y la pasta de su interior.
Si has probado todos estos consejos, es de esperar que tu ordenador esté un poco más fresco, independientemente de que trabajes con hojas de cálculo, pestañas de Google Chrome o juegos en streaming. Recuerda que, si te preocupa, siempre puedes apagar el ordenador un rato para que se enfríe, y así evitarás tener que comprar una nueva tarjeta gráfica antes de lo previsto.
Editor en TechRadar España de día, guitarrista de blues y friki de los cómics de noche. ¿O era al revés?
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