John Wick 4 es una orgía trotamundos de balas y sangre - Crítica sin spoilers
Emociones, sangre y una barbaridad de asesinatos
A quien se le haya ocurrido la idea del blazer antibalas merece un aumento de sueldo. Esta prenda cargada de kevlar no sólo ha dado lugar a algunas de las mejores secuencias de acción jamás grabadas, sino que también ha permitido al asesino a sueldo favorito de Hollywood, John Wick, esquivar más ataques con cuchillo, disparos de pistola y caídas desde 30 metros de altura en tres películas cada vez más sangrientas de las que podría absorber Superman.
Y aquí vuelve el blazer antibalas, por todo lo alto, para John Wick 4; la cuarta (y posiblemente última) entrega de John Wick dirigida por el doble de acción convertido en director de cine Chad Stahelski. Y esta elegante protección nunca había sido tan útil para la esponja de balas interpretada por Keanu Reeves, conocida como John Wick, como en este tiroteo casi sin trama de tres horas.
Basta decir que John Wick 4 es como una película de James Bond a toda velocidad. Bueno no, mejor, es una película de John Wick a toda velocidad. Y eso es una gran noticia para cualquiera que busque desactivar su cerebro durante una noche (como yo), pero para aquellos que esperan que la que podría ser la última entrega de esta saga pueda ofrecer algo (¡lo que sea!) más sustancial y profundo que artes marciales, asesinatos y fogonazos, ya aviso que va a ser que no.
Francamente, esto es John Wick, puede gustarte o no, pero ya van tres pelis, está claro qué es lo que ofrece esta serie de películas.
Matando por el mundo
Vale, vale, John Wick 4 sí que tiene un argumento, pero el justo para poder promocionar una sinopsis de la película. Es un oasis en un desierto. El argumento se reanuda inmediatamente después de John Wick 3 - Parabellum, que terminaba con Wick siendo disparado por Winston (Ian McShane), el asediado gerente del hotel Continental de Nueva York.
Tras ser rescatado por el Rey del Bowery (Laurence Fishburne), en la cuarta película John Wick se prepara para vengarse de la Alta Mesa y de su nuevo y malvado líder, el Marqués Vincent de Gramont (Bill Skarsgård), con el asesino de Reeves rápidamente involucrado en una serie de asesinatos por todo el mundo que comienza en Marruecos y termina en las calles de París.
Lo mismo de siempre, sólo que esta vez los enemigos de Wick son aún más numerosos, variados y hábiles. El más logrado de ellos es Caine (Donnie Yen), un mercenario ciego de la Alta Mesa que es indiscutiblemente el mejor personaje de John Wick después del propio Wick, y es en los numerosos encuentros cara a cara de Caine con nuestro héroe de pelo suelto favorito donde la película logra conmoverte un poco.
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Todo esto viene a decir que la última película de Stahelski sobre John Wick no va a ganar ningún premio por su guion, y eso está bien, porque nadie va a pagar el precio de la entrada esperando ver Good Will Hunting con pistolas. En cambio, Reeves y compañía tienen una reputación sangrienta que mantener, y John Wick 4 cumple en ese frente sin lugar a dudas.
¡Nunca es demasiado!
Todo en esta película existe para facilitar su desvergonzado caos. Sí, el diálogo es tan escueto que hace que la saga Crepúsculo parezca Shakespeare. Sí, algunas secuencias, sobre todo en Osaka, se alargan demasiado. Y sí, las frases de Reeves siguen siendo tan rebuscadas como siempre. Pero la cuarta es la película de John Wick más consciente de sí misma hasta la fecha, con un dramatismo deliberadamente elevado y casi todos los personajes como parodias de alguien o algo (un ejemplo: el guapo actor británico Scott Adkins interpreta al dueño de un club nocturno berlinés con dientes de oro).
Los fans de la franquicia han observado que Wick comete 77, 128 y 85 asesinatos confirmados en John Wick, John Wick 2 y John Wick 3 - Parabellum, respectivamente. Apostaría a que en John Wick 4 el personaje de Reeves se carga sin ayuda a más de 200 matones sin rostro. Claro que es una película larga, pero 200 muertes en 2 horas y 49 minutos suponen más de una muerte por minuto, y casi todas las muertes son el resultado de una coreografía tan extrañamente bella como brutal.
Reeves tiene 58 años, pero domina la pantalla con tanta seriedad como en Matrix hace casi 25 años. Yen es un año mayor, pero se mueve con la misma ferocidad que el gran maestro de Wing Chun Ip Man, personaje que interpretó por primera vez en la película homónima de 2008. A Stahelski no le habría venido mal un poco más de variedad de planos (una brillante secuencia desde arriba es una de las pocas decisiones realmente creativas), pero las innumerables secuencias de lucha de la película son tan atractivas (sobre todo cuando se ven en IMAX) que cada golpe, puñalada y disparo es tan impactante como el anterior.
La verdad es que hubo un momento en el que me plantee si estaba bien que me quedara tanto tiempo pegada a la pantalla viendo esta película. ¿Está mal que me siga divirtiendo ver al matón nº 68 volar en pedazos cuando he visto a los 67 anteriores sufrir un destino similar? Seguramente. Pero esta cuarta parte no existiría si otros no sintieran lo mismo. John Wick 4 es el ejercicio definitivo de lo que en alemán se llama "schadenfreude", que significa "el sentimiento de alegría o satisfacción generado por el sufrimiento, infelicidad o humillación de otro". Siempre que sean malos, claro. Es una apuesta gloriosamente exitosa en nuestro anhelo colectivo de buenos puñetazos a la antigua usanza.
En serio, esta película es tan implacablemente ridícula que bien podría anunciarse como una comedia, y eso está muy bien para una franquicia cuyo modus operandi siempre han sido las balas por encima del cerebro. John Wick 4 sigue con la fórmula ganadora de las anteriores entregas, y las sofisticadas coreografías que se exhiben aquí serán suficiente para impulsar este festival de acrobacias con estilo en el folclore del cine de acción.
¡John Wick 4 ya está en cines! Se estrenó el viernes 24 de marzo.
Soy ingeniera informática y editora del equipo de TechRadar España. Me gusta todo tipo de tecnología, pero los ordenadores son mis dispositivos preferidos. Además de escribir sobre ellos me encanta arreglarlos, al fin y al cabo, pueden llegar a estar tan locos como yo.
- Axel MetzPhones Editor