Es difícil emocionarse con el Google Pixel 6a cuando el Pixel 6 aún tiene problemas

Google Pixel 6 Pro
(Crédito de imagen: TechRadar)

En los tres meses transcurridos desde el lanzamiento de los Google Pixel 6 y Pixel 6 Pro, ha habido algo de rechazo creciente hacia ellos: empezamos alabando todas las nuevas características y la exitosa reinvención de Google tras unos años de teléfonos aburridos. Esa sintonía ha cambiado desde entonces, y con el Pixel 6a en el horizonte, nos cuesta reunir el entusiasmo que teníamos en el lanzamiento de los modelos Pixel 6 originales.

Resulta que hay un montón de problemas con el Pixel 6, y estos errores han ido apareciendo desde el lanzamiento. Hemos visto problemas con el Bluetooth, las llamadas de emergencia, la estabilidad de la cámara, la reproducción de audio, la conexión Wi-Fi, las aberraciones de la pantalla y mucho más.

¿Cómo ha respondido Google? Hay que reconocer que han lanzado parches con diligencia para solucionar estos problemas. Desgraciadamente, algunas de sus soluciones han introducido nuevos problemas, lo que inevitablemente hace más daño que bien.

Nada de esto augura buenas noticias para el Pixel 6a, ni para el teléfono en sí, ni para el bombo que se le ha dado antes del lanzamiento.

Problemas con el Pixel

A pesar de tener un hardware superior, dudamos un poco en recomendar de todo corazón la familia Pixel 6 debido a los continuos problemas de software.

El problema no son solo los fallos, ya que no todos se ven afectados por ellos, sino la incertidumbre que provocan. No sabemos cuándo podrían aparecer nuevos problemas, ni cuáles podrían ser y cómo podrían afectar al teléfono.

En varias ocasiones, este redactor ha tenido que advertir sobre los problemas a los que se ha enfrentado la serie a amigos que estaban pensando en importar un Pixel 6. 

Los problemas llevan ya unos cuantos meses, a pesar de los repetidos intentos de Google por solucionarlos, lo que hace que comprar un nuevo Pixel sea una inversión un poco arriesgada.

Google Pixel 5a

Google Pixel 5a (Image credit: Future)

Ahora es un momento crucial para el Pixel 6a

No esperamos el Google Pixel 6a hasta dentro de unos meses, así que ¿por qué escribimos este artículo ahora?

Bueno, el móvil acaba de entrar en la primera fase de su existencia, por lo que estamos empezando a ver cómo se calienta la fábrica de rumores. Una reciente filtración apuntaba a una fecha de lanzamiento del teléfono en mayo. Sospechamos que en los próximos meses se filtrará más información sobre el dispositivo.

Más escritores y fans de la tecnología se unirán al debate del Pixel 6a, y el tono de esas conversaciones podría dictar el grado de entusiasmo que tendrán los posibles compradores cuando el teléfono esté realmente disponible.

Así que si las historias de filtraciones del Pixel 6a están salpicadas de historias de los Pixel 6 que se rompen de maneras nuevas y molestas, la gente va a asociar los teléfonos de la compañía con los errores (y tal vez con razón).

También existe la preocupación extra de que el Pixel 6a, que debería ser una versión económica del Pixel 6 en términos de hardware, tendrá el mismo software que el 6, lo que significa que cualquier problema que aún tenga el software de Google inevitablemente se trasladará a los teléfonos más nuevos.

Tic-tac, tic-tac...

Si Google puede solucionar los problemas del Pixel 6 pronto (y de forma definitiva) podría evitar que las noticias sobre los problemas del Pixel 6 se extiendan al Pixel 6a de forma importante.

Pero si llega el lanzamiento del Pixel 6a y seguimos teniendo problemas para que nuestros teléfonos Pixel 6 funcionen como es debido, las quejas podrían afectar al interés y a las ventas de los nuevos modelos.

A estas alturas del plazo de lanzamiento esperado, es natural no emocionarse demasiado por los dispositivos, especialmente porque también tenemos muchos lanzamientos relevantes entre ahora y entonces. Pero a menos que Google dé un paso importante, nunca podremos superar la apatía que sentimos ahora.

Antonio Romero

Editor en TechRadar España de día, guitarrista de blues y friki de los cómics de noche. ¿O era al revés?