El próximo Fiat Grand Panda no sólo será uno de los coches eléctricos más baratos cuando salga a la venta en Europa el año que viene, sino que también será el primero en ofrecer un cable de carga integrado.
Actualmente los propietarios de vehículos eléctricos se ven obligados a enrollar sus pesados y complicados cables antes de intentar guardarlos en un área de almacenamiento, generalmente debajo del piso del maletero. Una verdadera molestia si el área de almacenamiento ya está repleta de bolsas y equipo.
Para empeorar las cosas, es probable que estos cables hayan sido arrastrados por el suelo y hayan recogido todo tipo de suciedad que inevitablemente llega a una camisa blanca nueva y a todo el interior de su vehículo.
La innovadora solución de Fiat, que describecomo "reinventar" la carga, consiste en integrar un cable en espiral que se retrae en la carrocería del vehículo cuando no se utiliza.
Un reciente video de Instagram de Autocar (arriba) muestra el cable flexible que se extiende desde un hueco cuidadosamente disimulado incrustado en la rejilla delantera.
Fiat afirma que el cable de carga de CA integrado solo está diseñado para velocidades de hasta 7,4 kW, debido a los requisitos de refrigeración necesarios para velocidades de carga mucho mayores. En su lugar, se coloca un puerto de carga de CC independiente en un costado del automóvil para velocidades de carga más rápidas de hasta 100 kW.
De todos modos, el Fiat Grand Panda está programado para incorporar una batería diminuta de 44 kWh para mantener bajos los costos, lo que significa que los propietarios pueden agregar 120 millas (200 km) a los paquetes de baterías del nuevo Panda usando el cable de carga integrado de menor potencia en poco más de cuatro horas.
Una solución inteligente
Aunque la ansiedad por la autonomía sigue siendo una de las mayores barreras para poseer un auto eléctrico, lidiar con cables engorrosos y todo el asunto de la carga también es suficiente para espantar a muchos compradores.
La respuesta de Fiat es inteligente, ya que elimina la necesidad de transportar cables incómodos en áreas de almacenamiento a menudo de tamaño insuficiente, además de que elimina el riesgo de dejar uno atrás accidentalmente y evita de manera efectiva que dichos cables se arrastren.
Si bien algunos se burlarán del límite de velocidad de carga de 7,4 kW, en realidad no debería tener un impacto en el uso diario. La solución de Fiat está pensada para cargadores de pared de menor potencia, a menudo domésticos, que requieren principalmente que los propietarios de vehículos eléctricos proporcionen sus propios cables de carga.
Las estaciones de carga más rápidas, como las que se encuentran en la red pública, están equipadas con un cableado mucho más voluminoso para gestionar la cantidad de energía que fluye a través de ellas. En este caso, Fiat también ofrece un puerto de carga de 100 kW en el costado del Grand Panda por este mismo motivo.
La última vez que vimos una solución como esta fue en el Renault Twizy, que tenía un cable enrollado similar que se encontraba en un pequeño compartimento en la parte delantera. Sin embargo, ese vehículo solo era capaz de cargar a velocidades de hasta 3 kW, gracias a su diminuto paquete de baterías.
El Fiat no solo será asequible (con un precio sugerido de alrededor de 22.000 libras esterlinas, poco más de medio millón de pesos) cuando salga a la venta, sino que también parece que contará con una serie de características útiles destinadas a hacer que la transición a los vehículos eléctricos sea menos "dolorosa".
