Xbox One Original (2013): análisis

Todavía merece la pena considerar la Xbox One original

Análisis Xbox One
Análisis Xbox One

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Quizás más que otra cosa, Xbox One es un sello distintivo de cómo la conectividad a Internet puede alterar la experiencia del usuario. Puede que no sea la caja web revolucionaria y exigente que Microsoft inicialmente quería que fuese, pero Xbox One no sería lo que es ahora sin esa línea directa a Redmond, constantemente bombeando nuevas funciones y correcciones.

Desde comienzos caros de esfuerzo y confusión, ahora nos enfrentamos a una consola asequible con juegos excelentes, un conjunto casi completo con opciones de reproducción de medios y el tipo de características adicionales que perfectamente habrías definido como "futuristas" hace relativamente poco tiempo (video-llamadas en segundo plano mientras ves la televisión en una videoconsola desde un ordenador portátil, por ejemplo).

Xbox One todavía afronta ciertos desafíos, como por ejemplo, demostrar que puede igualar a la PS4 en términos de potencia de juego a largo plazo, pero ya se ha demostrado que es capaz de superar muchos obstáculos. Me inclino a pensar que puede mantener esa línea.

Pero, entonces… ¿qué pasa con la consola que tengo ahora? Bueno...

Nos gusta

En primer lugar, por fin estamos empezando a creer que Microsoft está fabricando la caja de entretenimiento todo en uno que prometió.

Como consola de videojuegos, la Xbox puede presumir de algunos de los mejores juegos exclusivos de nueva generación lanzados hasta la fecha, y muchas de sus próximas exclusivas seguramente seguirán los pasos aclamados por la crítica de sus predecesores. Su servicio online sigue siendo el más estable, y ahora también está igualando a PSN en generosidad.

Al mismo tiempo, su gran cantidad de aplicaciones y actualizaciones ha creado una consola más que preparada para el futuro. Está lista para ofrecer a aquellos que tengan tiempo una consola que puede combinar sin problemas entre TV, retransmisión por suscripción, retransmisión local, radiodifusión, juegos y comunicación sin siquiera tocar un botón, con tan solo el sonido de un comando.

Todo esto se completa con una arquitectura receptiva que puede manejar cualquier cantidad de procesos simultáneos, ofreciendo incluso al consumidor de medios más hiperactivo un dispositivo que puede soportar sus demandas, por no mencionar que ofrece múltiples formas de satisfacer sus necesidades. Con esta Xbox One, está sucediendo algo único.

No nos gusta

A pesar de todo, seguimos lidiando con el hecho de que los juegos multi-formato siguen teniendo un rendimiento inferior.

Aunque se han realizado mejoras, es cada vez más preocupante que la Xbox One simplemente sea incapaz de igualar la potencia de la PS4 cuando se trata de videojuegos.

De forma similar, el enfoque de Microsoft en el entretenimiento general ha llevado a algunas quejas en el lado de los juegos. La continua falta de una simple función de captura de pantalla, las complicadas opciones de Game DVR y el sistema de Party intermitente apuntan a una empresa que parece estar mostrando sus prioridades e ignorando lo que considera asuntos menos importantes.

Prescindir del sensor Kinect como pieza intrínseca de la experiencia de la consola puede ofrecer un poder de procesamiento adicional, pero deja huecos en otros lugares, sobre todo en una interfaz de usuario que fue claramente diseñada con comandos de voz en mente, y se nota bastante su pérdida. Y ya no solo eso, sino que aquellos que han apostado por Kinect probablemente nunca verán mejoras en los comandos de voz o la tecnología que hizo que la cámara fuera cuanto menos, interesante.

También, por supuesto, sigue existiendo el problema de hace un año de que la consola parece un reproductor Betamax sin funciones. Y eso la convierte al algo que preferirías esconder en un cuarto en vez de presumir de ella como la pieza central de medios independiente que debería ser.

Este es un problema que quizás jamás se solucione, pero es que, para empezar, no debería haberlo sido nunca.

Conclusión final

Quizás lo más emocionante de la Xbox One es que probablemente nunca estará "finalizada" en el verdadero sentido. Eso no quiere decir que nunca funcionará correctamente, ya que esperamos que muchos de los problemas con la consola se resuelvan a finales de año, sino que Microsoft parece estar dispuesto a continuar con actualizaciones, agregar nuevas ideas, alterar otras y seguir probando novedades por siempre.

Es muy probable que nunca llegue al nivel de rendimiento de la PS4, y que sus juegos multi-formato siempre sufran un poco, pero la fuerza combinada de la absoluta efectividad de Xbox Live y una gran cantidad de ideas junto con las funciones de juego de la consola la convierten en algo más allá de una simple consola de videojuegos.

Los puristas, naturalmente, se resistirán a todo esto. Después de todo, la PS4 es "de jugadores, para jugadores", pero aquellos interesados en su tecnología pueden encontrar aspectos más interesante en la creación en constante evolución de Microsoft.

Aquellos que simplemente buscan una consola que satisfaga las necesidades de su sala de estar moderna, pueden estar seguros de encontrar mucho que admirar aquí. Es una consola que puede llevar a cabo casi cualquier función que las tendencias actuales en visualización, comunicación y juegos pueden ofrecerle. Y el hecho de que lo más probable es que  pueda soportar cualquier función que las tendencias futuras puedan arrojarle también se convierte en un añadido a su verdadero potencial.

Jon Porter

Jon Porter is the ex-Home Technology Writer for TechRadar. He has also previously written for Practical Photoshop, Trusted Reviews, Inside Higher Ed, Al Bawaba, Gizmodo UK, Genetic Literacy Project, Via Satellite, Real Homes and Plant Services Magazine, and you can now find him writing for The Verge.