El diseño final de la PS5 es malo y no sólo por su estética de router Wi-Fi chino

(Image credit: Sony)

Un desastre. Eso es lo mejor que se puede decir del diseño final de la PS5, una mezcla entre router Wi-Fi y máquina de aire acondicionado que parece obra de un estudiante de diseño industrial a distancia o un PC gaming de Alienware.

No, no es la PS5, pero casi. Es el gaming PC Alienware Aurora R9.

No, no es la PS5, pero casi. Es el gaming PC Alienware Aurora R9. (Image credit: Alienware)

No existen paliativos para describir una consola que es la antítesis de la sobriedad y pureza de líneas de la Xbox Series X — una consola que claramente persigue la idea de transmitir potencia con su estructura de monolito negro — o las anteriores PlayStations.

Lo único que parece que transmite la PS5 es una señal wirless de dos barras de potencia porque le faltan antenas buenas.

Hasta los fans de Sony se están burlando del diseño de la PS5

Hasta los fans de Sony se están burlando del diseño de la PS5 (Image credit: u/Boros-Reckoner)

Sony también ha anunciado otros completementos en la misma línea de imperial stormtrooper de tienda de todo a un dólar: el DualSense Charging Station para cargar los mandos Dual Sense, un control remoto para usarla como media center y una cámara de videoconferencia, como si estuviéramos viviendo en los años 90.

Un diseño genérico del Aliexpress

Cuesta creer que Sony se haya conformado con un diseño pseudo-futurista tan genérico. Lo mismo me vale de consola que de router Wi-Fi que de unidad de ventilador vertical del AliExpress:

(Image credit: Aliexpress)

Por lo menos la versión digital — que no tiene el disco Blu-ray 4K apareciendo en el lateral como una deformidad mutante — mantiene la simetría. La digital puede parecer un diseño genérico salido de dar al botón de “Crear diseño aleatorio para película de ciencia ficción de serie B” en el Maya, pero por lo menos no le dieron al botón de “Crear diseño aleatorio para película de ciencia ficción de serie B más feo todavía”.

Por qué el diseño de la PS5 es más malo que pegar a un padre

Quizás penséis que estoy siendo demasiado cruel, pero la nueva PS5 va en contra de todos los grandes principios del diseño establecidos por maestros como Dieter Rams, que fue una de las grandes cabezas pensantes del diseño en el siglo XX y la inspiración de Jony Ive en Apple. Si todos los diseños de Apple de la época de Ive respondían a las reglas de Rams sobre el buen diseño, la honestidad intelectual, la falta de artificio y la eliminación de lo superfluo — el less is more popularizado por el gran arquitecto Ludwig Mies van der Rohe — el nuevo diseño de la PS5 es justo todo lo contrario. 

Según los principios del buen diseño de Rams, el buen diseño debe ser innovador, algo que brilla por su ausencia en la PS5. Es más de lo mismo para cumplir la misma función que ya cumplía la PS4. 

El buen diseño debe también hacer que un producto sea útil. Aquí no vemos la utilidad. Las superficies curvas harán imposible colocar la PS5 en posición vertical. No sabemos si la estructura vertical responde a necesidades de ingeniería — para la refrigeración de componentes, pero en un primer momento parece más una decisión de diseño arbitraria — y nada útil.

El buen diseño no obstruye — es decir, no se pone por encima de la función. El diseño industrial no es ni decoración ni una obra de arte. No es una escultura. Y esto es precisamente lo que le pasa a la PS5: que sus diseñadores han decidido hacer una objeto estético — y encima con estética dudosa que resulta en un añadido extra, que es la base que lo sostiene y se podrían haber ahorrado si hubieran optado por un buen diseño coherente.

El buen diseño es honesto. No tiene añadidos artificiales que no cumplen una función, como las alas blancas de los laterales del la PS5. La idea de Rams es que los productos deben parecer lo que son y en el caso de la PS5, parece un gadget tecnológico genérico que lo mismo hace de router que de ventilador.

El buen diseño es duradero. No sabemos cómo son los materiales de la PS5, pero de nuevo las esquinas de esas alas blancas laterales tienen pinta de que van a romperse a la mínima.

El buen diseño es consecuente hasta el último detalle, algo que no parece que tampoco se cumpla en la PS5. Un diseño debe ser consecuente con la función del producto, que en este caso pasa por integrarlo dentro de tu salón con el resto de componentes electrónicos y jugar. Cada decisión debe estar enfocada a cumplir esa función pero, en el caso de la PS5, sin una ejecución ni una idea principal clara, todos los detalles parecen superfluos aparte de los puertos USB en el frontal — que sirven la función de expansión fácil que debe tener un producto de esta clase.

Según Rams, un buen diseño tiene que preocuparse por el medioambiente. Eso pasa por dos puntos. El primero son los materiales utilizados: ¿Cuál es su fuente? ¿son reciclados? ¿Tienen arsénico, mercurio o bromuro para retrasar la propagación del fuego? ¿PVC? No conocemos las respuestas pero, según Greenpeace, la multinacional japonesa no brilla por su compromiso con el medioambiente.

Y finalmente, el principio que los resume todos: el buen diseño es que haya tan poco diseño como sea posible. Según Rams, el buen diseño es pureza y simplicidad. La Sony PS5 no responde a ese principio.

Si hacéis este mismo ejercicio con la Xbox Series X, veréis que el equipo de Microsoft sí ha seguido estos principios del diseño y los ha llevado a las últimas consecuencias.  Desde el minimalismo a la honestidad con su función, centrada en la creación de un diseño interno eficiente a nivel de refrigeración con múltiples placas y una cámara de vapor. 

Mientras que la Xbox Series X es potencia y seriedad, la PS5 parece un juguete — aunque habrá que verla en persona (pero si ya lo parece en vídeo con la iluminación perfecta, no mantengo ninguna esperanza).

Lo que lleva dentro

Por otra parte, mucha gente no comprará la PS5 por su diseño sino — según casi todos los comentarios que he leído online — a pesar de su diseño.

Con una CPU basada en la AMD Zen 2 con ocho núcleos a 3.5GHz, un procesador gráfico propietario basado en AMD RDNA 2 con 10,28 teraflops de potencia y una unidad de almacenamiento sólido que los expertos dicen es la verdadera revolución del mundo gaming, esta máquina será una maravilla para jugar. Sobre todo cuando lleguen los juegos de segunda generación que realmente aprovechen sus capacidades técnicas.

Pero en lo que al diseño se refiere, habrá que aguantarse y tragar con tener un router Wi-Fi router gigante en el living room.

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