Cómo Apple reemplazará Intel con procesadores propios

MacBook Pro: el cambio de Intel a ARM
(Image credit: Shutterstock)

Apple comenzará a reemplazar los procesadores de Intel en sus Macs con sus CPUs ARM de diseño propio a partir del último cuatrimestre del año. El cambio será “agresivo”, empezando por la gama baja para luego adoptar la nueva arquitectura en todas sus máquinas.

Eso es lo que dice el reputado analista Ming-Chi Kuo, que además apunta a que el nuevo cambio traerá una reducción de precio y un aumento de la vida de batería y la velocidad en toda la gama de Apple gracias a las ventajas de la arquitectura de 5 nanómetros diseñada por Cupertino y fabricada por la compañía taiwanesa TSMC.

¿Pero es factible que Apple cambie tan rápidamente de un procesador a otro, con los trillones de líneas de código que ahora forman macOS y todos los programas compatibles con esa plataforma, incluyendo toda la suite profesional de Adobe y el todavía imprescindible Microsoft Office? 

Absolutamente.

Preparados para la migración desde el 2001

Apple lleva preparada para esta migración desde el 24 de marzo de 2001. Ésa fue la fecha en que lanzaron el Mac OS X 1.0.

El primer Mac OS X fue una versión de NextStep de NeXT — la compañía que Apple compró a finales de los noventa a Steve Jobs para que reemplazaran el obsoleto sistema Mac OS. El nuevo sistema operativo — sobre el que Tim Berners-Lee desarrolló la primera versión de la world wide web —  era básicamente un Unix retocado. Este nuevo sabor de Unix tenía un microkernel desarrollado por un genio llamado Avadis ”Avie” Tevanian, la cara lavada con un nuevo interfaz llamado Aqua y una caja de compatibilidad para aplicaciones Mac antiguas.

Mac OS X

El Mac OS X original con su interfaz Aqua corriendo en una CPU PowerPC de Motorola. (Image credit: Apple)

Aparte de significar el retorno del fundador de Apple a los cuarteles generales de One Infinite Loop, comprar Next fue la mejor inversión que jamás ha hecho la compañía de la manzana. De hecho, es realmente la clave fundamental de su éxito que permitió la creación del iPhone, iPad, Apple Watch y Apple TV.

La razón es que NextStep — luego Mac OS X y ahora el actual macOS — es un sistema moderno que fue diseñado desde el principio para que sea escalable y hardware agnostic. Es decir, que no está ligado de forma permanente a un tipo de CPU o arquitectura de hardware. 

Esto permite que Apple pueda moverse de una plataforma a otra con soltura, aligerando peso y cambiando sub-sistemas de vídeo, audio, conectividad o almacenamiento según la plataforma. 

Simplificando mucho, sólo hay cambiar el kernel — el corazón del sistema operativo — recompilar y ajustar los sub-sistemas que hacen de capas de abstracción entre el hardware y las aplicaciones que utilizan los usuarios, para que todo funcione en un nuevo hardware. Lógicamente, una máquina como el iPhone tiene requerimientos de interfaz y sistemas que no tiene un Mac pero, básicamente, es el mismo perro con distinto collar y pelaje.

En el caso del Mac, sin embargo, las aplicaciones sólo requieren una recompilación para que puedan ser ejecutadas en un Mac con una nueva CPU. Estas aplicaciones también requieren ser probadas y el coste de migración no es cero, pero es extremadamente reducido. Lo suficiente para que los desarrolladores no se quejen y sigan a Apple hasta el mismísimo infierno.

Las migraciones de CPU previas fueron un éxito total

Todo esto es no es sólo en teoría. Está probado en la historia misma de macOS. 

Para empezar, el NextStep 1.0 — lanzado en 1989 — se desarrolló sobre máquinas propietarias con procesadores de la serie 68000 de Motorola. Pero cuando NeXT dejó de fabricar hardware, migraron todo el sistema operativo a procesadores Intel en cuestión de semanas. En 1995, NextStep corría sobre PC, estaciones de trabajo de Sun Microsystems con procesadores SPARC y estaciones HP basadas en la arquitectura PA-RISC. Y con el sistema operativo, los desarrolladores pudieron sacar todas sus aplicaciones para esas plataformas sin esfuerzo significativo.

Cuando Apple compró NeXT, el equipo liderado por Avie Tevanian tuvo que volver a recompilar el kernel para PowerPC, que eran los chips de IBM, Motorola y Apple basados en la arquitectura POWER de IBM. De nuevo, los desarrolladores que venían de NextStep sólo tuvieron que recompilar y reajustar sus aplicaciones al nuevo interfaz.

MacBook Pro original

El primer MacBook Pro con procesador Intel y pantalla de 15.4 pulgadas. (Image credit: Apple)

Luego vino la migración de PowerPC a Intel. Esta se anunció en la conferencia de desarrolladores de Junio de 2005 junto con un PC “de transición” sólo para desarrolladores y fue extremadamente rápida.

En Enero de 2006, Apple sacó el MacBook Pro de 15 pulgadas el iMac Core Duo, ambos con CPUs Intel Core Duo.

En Febrero, salió el Mac Mini con un Intel Core, seguido del MacBook Pro de 17 pulgadas en abril de 2006, y el MacBook 13 en Mayo.

En Agosto de 2006, la transición estaba completa y todos los productos de Apple tenían procesadores Intel, incluyendo el nuevo Mac Pro y el Xserve. Poco más de un año más tarde, Apple saca el último Mac OS X — versión 10.5 — que correría en procesadores PowerPC. 

La transición fue todo un éxito para desarrolladores y usuarios, y representó un boom de ventas de las máquinas Mac.

Ahora pasará algo similar

Si eso pasó en los años 2000, imaginad ahora que macOS está mucho más depurado y todavía mejor estructurado que Mac OS X.

No es de extrañar que Kuo diga que, aunque Apple no va a cambiar los procesadores de la noche a la mañana y empezará con los de la gama baja a finales de año, la migración será “agresiva”. 

Es indudable que, a no ser que pase algo extraño, si realmente Apple ha decidido el cambio de CPU como afirma Kuo, esta transición ocurra en el transcurso de un año. Apple tiene más productos, pero tiene la maquinaria de desarrollo y producción más engrasada que nunca. 

SNo os sorprendáis si, para estas fechas en 2021, tenemos toda la linea de MacBooks reconvertida a ARM. Espero que sí, porque los chips móviles de Intel ya huelen.