Black Window ya está aquí. El tiempo no ha corrido a favor de la nueva película de Marvel, pero por fin vamos a poder ver el origen de Natasha Romanoff.
Hubo retrasos en la producción relacionados con el Covid que han mantenido en limbo durante más de un año la historia del origen del personaje encarnado por Scarlet Johansson. Y además se ha convertido en la mayor víctima del tira y afloja de Disney con las cadenas de cines.
Pero la película también llega en medio de un periodo de reinvención del universo marvel, con una premisa casi totalmente opuesta a la originalidad de aventuras televisivas como Loki y Wandavision. Ésta es la primera película de la Fase Cuatro de Marvel, que mira hacia el futuro. Sin embargo, lleva al público a las consecuencias del Capitán América de 2016 en Civil War.
Sobre el papel, esto podría parecer extraño, especialmente después de la sensación de punto y final de Avengers: Endgame. Pero en realidad, Black Widow triunfa porque está fuera de lugar: la película de acción de Cate Shortland es un refrescante descanso de las agotadoras teorías del multiverso. Un recordatorio de que Marvel no necesita ir al espacio o saltar a través del tiempo para contar una buena historia.
Algo prestado
Uno de los mayores aciertos de la Viuda Negra es su mezcla casi perfecta de géneros.
Cuenta una historia de orígenes bastante corriente: Natasha se ve obligada a enfrentarse a los demonios aún inexplorados de su pasado. Pero sigue siendo lo suficientemente original dentro del género de superhéroes. No hemos visto este tipo de peli de espionaje desde Capitán América: El Soldado de Invierno. Aunque la película no va a ninguna parte a la que no hayan ido otros thrillers de espionaje antes, es capaz de distinguirse aprovechando las características del universo Marvel.
Black Widow es también una película de acción con un superhéroe de cómic. Por eso tiene la libertad de escoger los mejores elementos de todos estos géneros.
A grandes rasgos, la película va más a Marvel a medida que la trama avanza en sus tres actos, pero su primera hora tiene el sello de un thriller de Jason Bourne o James Bond. Matt Damon o Tom Cruise podrían haber sustituido a Johansson en las persecuciones en coche a gran velocidad o a pie por las redes de metro y parecía un Misión Imposible.
A eso ayuda que el compositor de la música sea Lorne Balfe, el compositor de las bandas sonoras de Misión: Imposible. Es un cambio de tono claro.
Luego están las peleas, las fugas de prisión con auriculares en el oído, el viaje entre Budapest, Marruecos y Cuba, y una secuencia de apertura similar a la escena retrospectiva de Natasha en Avengers: Age of Ultrón, que en sí misma es un aviso de lo oscuro de la película.
Ésta es una faceta de Marvel que no hemos visto desde hace mucho tiempo. Para empezar, está bien ver a nuestros héroes como los perseguidos en lugar de ser los perseguidores, sometidos a las leyes de la gravedad y participando en un combate real cuerpo a cuerpo.
La película es una potente mezcla de buenos diálogos y secuencias de acción implacables y de alto voltaje, sin el caos de los efectos especiales exagerados y los láser de las últimas experiencias del MCU.
Un asunto familiar
Tampoco es de extrañar que ScarJo siga tan bien como la Natasha pateadora de culos, como siempre. Pero el resto del reparto también ayuda al conjunto.
David Harbour y Rachel Weisz interpretan a los padres espías soviéticos de Natasha, Alexei y Melina, y están excelentes en sus papeles. La pareja se relaciona con la química natural de un auténtico matrimonio. Harbour, en particular, ofrece una gran bis cómica frente a la seria Johansson.
Alexei — que es el impresionante supersoldado soviético El Guardián Rojo — es también uno de los pocos nexos de unión al MCU por el arraigado odio-admiración de su alter ego hacia el "enemigo", el Capitán América. Pero ése es el único guiño al universo Marvel a excepción de la habitual escena post-créditos. Esto hace que sea una aventura refrescantemente independiente.
Florence Pugh es el as en la manga de la Viuda Negra. Haciendo de Yelena, proporciona a Natasha del medio para explorar los elementos más oscuros de su pasado y además es un fascinante estudio de personaje. Está a la altura de Black Widow en lo que respecta a la capacidad de lucha y la supera en el humor, ya que tiene las mejores líneas de la película y da los golpes más geniales.
Parece como si Pugh hubiera estado en este universo durante años. De hecho, no sería una sorpresa verla regresar en futuras aventuras (se rumorea que aparecerá en la serie de Ojo de Halcón de este año en Disney Plus). Por supuesto, estamos a favor de que le den a Yelena su propia serie porque es un personaje muy bueno.
Licencia artística
Como la mayoría de las películas de Marvel, Black Widow no está exenta de defectos. Se toma unas cuantas libertades creativas del tamaño de un Hulk en algunas de sus escenas de especialista con acrobacia.
Y luego tiene la habitual ración de momentos del tipo "¿cómo llegaron aquí tan rápido?" que tes esperas en la mayoría de los thrillers de espionaje.
El otro problema es que los villanos también son insípidos y carecen del poder amenazador de los malos de franquicias anteriores, como Thanos o el soldado de invierno. Ray Winstone no parece ni amenazante ni convincente como el malvado titiritero Dreykov. Y Taskmaster, parecido al Caballero de Arkham, es demasiado G.I. Joe para tomarlo en serio.
Pero Black Widow es tan eficaz en otros aspectos que nada de eso importa realmente. Es una película que pone al personaje favorito de los fans en el centro de la escena, dando a Johansson el espacio necesario para indagar en su pasado y a los fans la oportunidad de disfrutar de una historia con un final definido.
Después de pasar años formando equipo con dioses nórdicos y multimillonarios con armadura, Black Widow es la aventura independiente que su heroína titular se merece: un auténtico thriller de espionaje que cambia la fórmula de Marvel. Johansson no volverá como Nat, pero Cate Shortland ha puesto un broche de oro a su carrera en el MCU.
Black Widow se estrenará en los cines el 9 de julio de 2021, y también estará disponible en streaming a través de Disney+ con Premier Access.
